14 noviembre de 2014, Veracruz. Nos hemos adentrado a un Veracruz que hasta el momento no parece Veracruz, lo noto desolado e incluso hay pocos rastros del calor que lo caracteriza. Al recorrer las calles nos topamos con diversos atletas de distintos países que tuvieron que ser alojados en hoteles, hecho único ya que por primera vez no se cuenta con Villa Centroamericana, ¡sí inédito y vergonzoso!
Desconozco con que parámetros eligieron alojar a unos en hoteles de cinco estrellas, mientras otros se encuentran en unos que no parecen ni de tres estrellas ¡una verdadera falta de respeto para los deportistas!
La fiesta está incompleta, el anfitrión ha tratado de convencernos de que estos serán los mejores Juegos de la historia, situación que es insostenible bajo los problemas de organización y la preocupante situación que vive el país. Aún así aquí estamos y la pasión por el deporte me mantiene parcialmente emocionada.
Familias, niños, jóvenes, personas mayores y periodistas cruzamos por un fuerte dispositivo de seguridad que en momentos parece nos parece exagerado y estresante, sólo para poder llegar al Estadio “Luis Pirata Fuente”. Pero hay que decirlo lo que prevalece previo al evento, son señoras vueltas locas por ver a Ricky Martín.
La aventura en la inauguración inicia con una escena bizarra, intentamos ingresar al estadio con acreditaciones oficiales de prensa y nos niegan el acceso por no tener boleto del evento. Cosa que nos pareció absurda ya que nunca se nos informó que como periodistas teníamos que tener un boleto y peor aún, según éste nos los debieron haber dado al recoger acreditaciones, algo que evidentemente nunca pasó.
Después de buscar la manera de entrar, parte de los organizadores nos consiguen unos boletos para que el enorme y mal organizado dispositivo de seguridad nos deje pasar al evento. Yo me pregunto ¿en que otro mega evento deportivo se le pide a la prensa acreditada oficialmente, un boleto comercial?
Dejemos de lado este mal rato, la inauguración a la que incluso hoy desconocemos los gastos reales de realización, no puedo negarlo: ¡fue espectacular!
Y es que felizmente volví a recordar que mi amor al deporte olímpico es lo que me trajo aquí. No faltó el recurso de utilizar a los niños como guía del evento, todo un homenaje a la historia y cultura de Veracruz: los Totonacas, la Bamba, los voladores de Papantla y el son jarocho. Los abucheos para el gobernador Javier Duarte se vieron menores al aparecer Miguel Ángel Osorio Chong y mencionar el nombre del presidente Enrique Peña Nieto.
Pero si algo nos quisieron dejar en claro fue el llamado por la paz y terminar con la explosión del estadio con el boricua Ricky Martín.
Haber que nos espera en el primer día de competencias en este Veracruz 2014 lleno de contrastes y contradicciones…