El discurso de la derrota, una tradición en la democracia de los EUA
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Información: Ernesto Osorio
Dicen los politólogos que la democracia se basa en la confianza del proceso electoral y el reconocimiento explícito y pacífico a una derrota y en los Estados Unidos, esta es una larga tradición de buena retórica y cortesía. En los registros históricos de la democracia norteamericana, los discursos del perdedor, suelen ser incluso más relevantes que los de quienes han obtenido una victoria, y así lo valoran los ciudadanos de los Estados Unidos. Recordemos algunos de los más relevantes.
ADLAI STEVENSON EN EL AÑO 1952
El reconocimiento de su derrota ante Ike Eisenhower fue uno de los primeros discursos de buen perdedor. Corto, pero contenía algunas de las frases que después se utilizarían en otros discursos.
“Lo que nos une como ciudadanos americanos es mucho más que lo que nos divide como partidos políticos... Votamos como muchos, pero rezamos como uno. Como un pueblo unido, con fe en la democracia”.
JOHN McCAIN EN EL AÑO 2008
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Recordemos solo unos ejemplos. El discurso de John McCain, el senador republicano que perdió las elecciones de 2008 contra Barack Obama.
El senador sabía de la importancia de legitimar sin la menor duda la victoria del primer presidente afroamericano en un país donde las conspiraciones racistas siguen vivas, y aunque McCain no es particularmente un maestro de la oratoria, su discurso de la derrota impactó al mismo Barak Obama quien con lágrimas en los ojos agradeció la mención de su abuela por parte de su rival.
“El senador Obama ha conseguido una gran cosa para él y para su país. Le aplaudo por ello y le ofrezco mis condolencias porque su querida abuela no haya vivido para ver este día, aunque nuestra fe nos asegura que ella está en paz en la presencia de su Creador y orgullosa del buen hombre que ayudó a educar”.
“Les pido a todos los estadounidenses que me han apoyado que se unan a mí no sólo para felicitarle, sino para ofrecer a nuestro presidente nuestra buena voluntad y nuestro esfuerzo para encontrar formas para unirnos, para encontrar los compromisos necesarios, para hacer de puente entre nuestras diferencias y ayudarnos a restaurar nuestra prosperidad, defender nuestra seguridad en un mundo peligroso y dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos un país mejor, más fuerte del que heredamos”.
AL GORE EN EL AÑO 2000
La legitimidad del proceso electoral estaba en duda, sobre todo después de que fue el Tribunal Supremo el que dictaminó que los votos de la Florida eran para el republicano George Bush y no para él. Con una madurez poco vista en hombres duros como lo es Gore, escribió:
“Le digo al presidente electo Bush que dejemos de lado lo que quede del rencor partidista y que Dios bendiga su liderazgo en este país. Ni él ni yo anticipamos este camino largo y difícil. Ninguno de los dos quería que esto pasara. Pero pasó, y ahora que ha terminado, se ha resuelto, como debía, a través de las honorables instituciones de nuestra democracia”.
“Aunque estoy fuertemente en desacuerdo con la decision del Tribunal, la acepto. Acepto este resultado… Por la unidad de nuestra gente y la fortaleza de nuestra democracia, reconozco mi derrota”.
HILLARY CLINTON EN EL AÑO 2016
Un día después de la elección que sorprendió a todo el mundo, Hillary Clinton reconoció personalmente y ante Donald Trump su derrota. Fue uno de los discursos más emotivos que se recuerden y en reiteradas ocasiones, la aspirante demócrata fue interrumpida por los aplausos de sus seguidores. Aquí un extracto:
“Nuestra responsabilidad es construir un país más fuerte y más justo. Para los miles de activistas que tocaron puertas y estuvieron apoyando, quiero que todos se aseguren de que sea escuchada su voz.
“Debemos aceptar este resultado y debemos hacer un país mejor. Yo he luchado toda mi vida por mis ideales, ésta pérdida duele, pero por favor, nunca dejen de creer, porque vale la pena luchar por ello.
“Sigamos luchando por el resto de nuestras vidas, en especial las mujeres; nada me ha dado más orgullo que ser su campeona. A Barack Obama y a Michelle Obama, tenemos una deuda muy grande con ellos.
“A todas las niñas: nunca duden de que ustedes son valiosas y poderosas, y que ustedes deben perseguir e ir por sus propios sueños”
“Me siento muy agradecida por nuestro país y por todo lo que nos ha dado, cuento mis bendiciones de ser estadounidense. Sé que si trabajamos juntos respetando nuestras diferencias, nuestros mejores días están por delante. Donald Trump va a ser nuestro presidente. Le debemos una mente abierta y una oportunidad de dirigirlo porque está más profundamente dividido de lo que pensábamos.
“Juntos somos más fuertes, y nunca deben lamentarse de haber luchado por eso.. No nos cansemos de hacer el bien, no nos descorazonemos, aún hay mucho trabajo por hacer”.
