Por: @ara_vzg En un jardín se pueden encontrar diversos tipos de plantas, algunas son flores que alegran el día. La mayoría dan gusto a los sentidos, sin embargo, existen aquellas que hacen llevan a uno a un camino de recuerdos.
Botánica del Viento (Fonarte, 2015) es el huerto en el que Nur Slim ha plantado sus memorias, cariño, nostalgia, y talento. Gracias a su nuevo disco, la mexicana se ha nutrido y en cada paso, palabra, e instrumento usado, ha logrado florecer.
https://www.youtube.com/watch?v=pLJK9vQumpA
Las ramas musicales de Nur Slim crecieron con el tiempo, además de haber sido becaria de FONCA (con lo que nació Botánica del Viento), entre muchos otras cosas es directora musical, compositora, guitarrista, y galardonada de numerosos premios.
Los colores y diferentes estilos del álbum se desenvuelven entre el sonido de la orquesta, formato de canción popular que reluce en décima, y el fin de la definición de un género musical. Entre árboles y girasoles, todo es la simple libertad de lo que marcó un pasado triste; la floresta está dedicada a su hermano, a quien constantemente se le hace referencia. Por ejemplo, en “Caminito de Pistilos” con “Dime dónde está mi hermano, yo lo busco y es en vano, muere mi flor, mis pétalos...”. La ausencia es una marca que pesa.
El disco, también está acompañado por más artistas, como el centro de educación musical indígena CECAM (Centro de Capacitación y Desarrollo de la Cultura Mixe), consolidado principalmente por niños, y cuyas notas se pueden escuchar en una de las versiones de “Reverdece”.
A través de Botánica del Viento, Nur Slim permite que cualquiera pueda –por el tiempo que desee–, entrar a ver su jardín, al que con muchos cuidados y emociones, logró dar belleza, expresión, y honra a sus memorias.
Escucha Clásica para Desmañanados todos los domingos de 9am. a 10am.
https://www.youtube.com/watch?v=mM21UDTeNs0