Lo bueno y lo malo del Electric Daisy Carnival

Lo bueno y lo malo del Electric Daisy Carnival

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El cielo eléctrico del EDC volvió a iluminar la ciudad de México.

Como cada año desde 2014, el autódromo Hermanos Rodríguez abre sus puertas para disfrutar del evento de música electrónica que llena de buena vibra, beats y colores los corazones de miles de amantes del techno, house, trance, hardstyle y demás géneros.

Sin más preámbulo vamos a lo bueno y lo malo EDC.

LO BUENO

Foto vía: EDC

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Foto vía: Facebook

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Foto vía: EDC

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La felicidad y ambiente de fiesta que se respira en el EDC, la misma que crea una atmósfera de carnaval durante dos noches al año es increíble, cada persona tiene un estilo diferente y adopta un género acorde a su personalidad, pero si hay una cosa en la que se ven identificados es en que todos buscan pasarla bien.

Si no estás saltando mientras tu DJ favorito está en el escenario puedes reírte de los tótems, mirar el mejor disfraz, casarte en la “capilla del amor”, participar en las activaciones de los patrocinadores o divertirte en los juegos mecánicos.

La magia del EDC te permite disfrutar plenamente de una experiencia multisensorial que evoca los mejores momentos de tu vida y te transporta a otro mundo.

Además los cierres del evento son espectaculares, llenos de luces láser y fuegos artificiales que acompañados de la música a todo volumen son simplemente increíbles.

LO MALO

Foto vía: EDC

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Foto vía: YouTube

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Se ha perdido la esencia del festival. Si bien es cierto que siguen participando muy buenos DJ´s, que la producción es espectacular y que siguen con una alta audiencia para el evento, también es cierto que muchas cosas no son como eran antes.

En un inicio el EDC era un evento totalmente de música electrónica pero como en muchos casos al hacerse el festival de moda fueron incluyendo diversos géneros que fueron desvirtuando lo que su público objetivo buscaba.

Hoy en día, en cualquiera de los escenarios destinados a un género específico ponen reggaetón, merengue y demás “ritmos latinos” que buscan identificarse con los fans mexicanos.

Y en este año en particular brilló la ausencia de agua y refresco, apenas a las 20:00 hrs de la noche del primer día y era casi imposible comprar algo que no fuera cerveza y los módulos de hidratación gratuita, que anteriormente había por todas partes, ahora eran pocos.

Por último, el acomodo de los escenarios, se sentía un poco “amontonado”, incluso hubo momentos en que el sonido de dos escenarios de mezclaba.

A pesar de esto el EDC sigue siendo uno de los festivales más exitosos y con mayor asistencia en México, esperemos siga creciendo y mejorando para deleite de sus aficionados y que se quede por mucho tiempo llenando de emociones a los mexicanos.

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