Dignificando la memoria: La desaparición de personas en Veracruz
El pasado 9 de Septiembre el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia ( IMDHD) y diversos colectivos presentaron el proyecto Dignificando la memoria como parte de una reparación colectiva determinada por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Mismo que busca mostrar la otra cara de los desaparecidos en el estado de Veracruz: el relato contado desde los familiares de los desaparecidos.
“...rescatar la memoria de cada uno de ellos que no están porque la lucha por un hijo no termina y una madre nunca olvida” .
Miembro de colectivo de familiares desaparecidos en Veracruz
En la página web se encuentra el estudio con los resultados de los análisis de 283 testimonios de familiares de desaparecidos en Veracruz de 2007 a 2019. El mismo tiene como objetivo comprender de manera más exacta el fenómeno en la entidad y dignificar la memoria de los mismos a través de diversos medios para obtener justicia y la construcción de vías para la no repetición de desapariciones.
La situación en Veracruz
La situación de violencia en el estado de Veracruz se debe a una serie de distintos factores, entre los que destacan la presencia del crimen organizado.
En el estado se cuenta con la presencia de al menos cuatro grandes grupos criminales: El Cártel del Golfo, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. El estudio presentado encontró que aquellos municipios donde convergen tres o más grupos criminales cuentan con el mayor porcentaje de desaparecidos en Veracruz.
El control de Veracruz es importante para las organizaciones criminales debido a que su posición geográfica permite el acceso de droga por vía marítima y el traslado de mercancía por vía terrestre a Tamaulipas proveniente de Centroamérica y el sur del país.
En lo que respecta a la agudización del problema con base en los testimonios, se encontró que los años donde hubo más desapariciones fueron entre 2013 y 2016, años que corresponden con el sexenio de Javier Duarte, gobernador a quien en 2018 se le giró una orden de aprehensión por la probable responsabilidad de desaparición forzada de al menos 13 personas.
Los desaparecidos
Los resultados cuantitativos recabados de los testimonios de familiares señalan que los desaparecidos son principalmente hombres con 86.35% de los casos frente al 11.26% que conformaron las mujeres. Las víctimas tenían un promedio de edad de 30.4 años mientras que la víctima más joven tenía 8 años y la mayor 82.
Cabe destacar que se encontró que el 68.6% de los casos documentados la persona desaparecida contribuía al sustento del hogar, lo que representa un fuerte impacto económico para las familias.
Las desapariciones y las autoridades
De acuerdo a los testimonios de familiares gran parte de las desapariciones de personas en Veracruz se dió en la vía pública (48.8%) y dentro de un domicilio particular (22.87%), de la misma muestra se señala que el 46.7% de los casos de desaparición se dieron de manera colectiva, o sea, que otras personas también fueron víctimas. Por otra parte, en el 62.12% de los casos no hubo testigos presenciales, lo que indica que no había intención de ocultar el delito.
De igual forma en diversos casos se señaló la participación de distintos agentes de seguridad pública en casos de desaparición en la entidad entre las que se encuentran policías ministeriales, policías municipales, Marina, Ejército, Policía Naval, Mando Único, Fuerza Civil, entre otras. Sin embargo, se estima un 24.04 % de casos en los cuales las desapariciones se les atribuyen únicamente a actores privados, lo que representa la no intervenciones de agentes del estado.
No obstante, el papel de las autoridades y miembros del crimen organizado no se limita a lo anterior, ya que familiares señalaron en diferentes momentos se encontraron con dificultades en los procedimientos de búsqueda de sus familiares.
Algunos deben aportar pruebas, dar recursos económicos y presionar a las autoridades para el avance de la búsqueda y la investigación. Otros han sido extorsionados por autoridades o particulares. Todo esto en un marco de impunidad, provocando que las situaciones se repitan.
Otra constante que se repite es la revictimización por parte de autoridades, así como trabas o amenazas a los familiares para que estos no continúen con las investigaciones de sus seres queridos. Lo anterior sumado a la colusión de autoridades con grupos criminales genera un ambiente de desconfianza en el sistema de procuración de justicia.
Por último, cabe destacar que al momento de realizar la comparación de cifras entre diversos organismos públicos y organizaciones independientes las brechas entre dichos datos terminan siendo profundamente discrepantes. Lo cual puede reflejar una falta de claridad en las cifras e incluso desconocimiento por parte de las autoridades de la gravedad del problema.