¿Se combatirán cifras alarmantes de desaparecidos con la nueva estrategia en el cuerpo forense?
Por: Diego Cuéllar
El lunes 13 de julio de 2020, la Secretaría de Gobernación dirigida por Olga Sánchez Cordero presentó un informe junto con el subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas en coordinación con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). Este documento señala que desde 1964 han desaparecido más de 73,201 personas. Consúltalo aquí.
Alejandro Encinas apuntó que del primero de diciembre del 2018 a la fecha, permanecen desaparecidos más de 27 mil mexicanos. Añadió que se han localizado cerca de cuatro mil fosas clandestinas de las cuales más de la mitad se encuentran en Sinaloa, Sonora, Veracruz y Guerrero. Cifras alarmantes.
La seguridad nacional ha sufrido complicaciones heredadas de gobiernos anteriores, sin embargo, esto no es una justificación. La crisis de desapariciones atiende a un contexto de patrones típicos y atípicos., como lo fue el sexenio donde el expresidente Felipe Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico, estrategia que dejó un saldo de 121 mil muertos. O el sexenio sucesor con Peña Nieto, donde la cifra se elevó a 125 mil muertos.
Las irregularidades que contextualizan con la represión estudiantil de 1968, el “halconazo” o las desapariciones de la Liga del 23 de septiembre. Puntos coyunturales, y no por menos sumamente violentos en la historia contemporánea de México. Estos últimos crímenes de lesa humanidad ejecutados por el gobierno de esos años.
El papel de este documento junto con la Comisión Nacional de Búsqueda implica un cambio en la lógica de gobiernos pasados, en los que se busca implementar estrategias eficientes a los patrones recientes en la historia del país. Con esto, surgen dudas en la eficacia de esta nueva fórmula, sobre todo en la constante repetición de estas violentas situaciones y cómo será implementada. En este tuit de Alejandro Encinas invita a corroborar el documento mencionado:
Incorporar este tipo de estrategias al aparato forense nacional implica que el enfoque del gobierno en turno ve por los derechos humanos de sus civiles. Este tipo de iniciativas son, en principio, satisfactorias. Habrá que ver cómo se ejecutan y si reparan los traumáticos escenarios que ha vivido el pueblo mexicano o al menos lo llevan por un camino distinto.