La aspiración de convertirse algún día en la Copa del Mundo sub 15 quizá siga presente en la mente de los creadores, mientras tanto, la Copa México de Naciones no deja de ser un torneo para que las amigas de los jóvenes jugadores vayan a admirar a las selecciones extranjeras y su físico, los familiares vivan de los sueños de sus pupilos, de lo contrario no me explico tantos gritos, y para que visores analicen los primeras actuaciones de talentos en un torneo internacional. Sí, de eso se trata y no podemos ocultar que lo que sucedía fuera de cancha en la jornada 3 en el CECAP, en ocasiones opacaba el futbol de los locales. Después de un bostezo de partido entre México 2 y China que terminaron por ganar los nacionales por la mínima, el Colombia vs Bermuda no me provocaba mayor esperanza. Sin embargo, a minutos de comenzar el encuentro bajo el sol de medio día, la caminata de los bermudeños hacia el campo capto mi atención. Varios jóvenes vestidos de azul reían y parecían tranquilos y felices de estar ahí, y con el antecedente de sus dos primeros encuentros perdidos y las pocas probabilidades que le ganaran a Colombia, esa escena no cuadraba en la historia.
En lo personal lo único que conocía culturalmente acerca de la isla es sobre el misterio del Triángulo de la Bermudas y por supuesto no tenía nada que ver con futbol, así que admirada por su alegría y el enérgico canto local que se echaron abrazados antes de iniciar el partido, decidí observarlos con mucho mayor interés. En efecto, en cancha no tuvieron mucho que presumir como conjunto, el resultado fue el mismo que en los anteriores encuentros, con un 2 por 0 que marcó su tercera derrota en su primera participación en el torneo.
Entre esa actitud de unión, un personaje fue el que más llamo la atención: el entrenador. Con un turbante de por lo menos 30 cm no dejo de darles instrucciones durante los dos tiempos y al final los felicitó. Al preguntarle acerca de si en Bermuda era técnico de tiempo completo, me dijo que se estaba convirtiendo en uno porque era necesario en la academia, ya que su país solo cuenta con alrededor de 60 mil habitantes. La idea de participar en este tipo de torneos era nueva y a pesar de la eliminación creía que todo empezaría a marchar bien, pues ese grupo de jóvenes en particular llevaba siete semanas entrenando juntos y al parecer de ahí nació dicha actitud de hermandad.
Jimena Rodríguez
@jiimejime