La noche del sábado 5 de marzo, el Sala fue irrumpido abruptamente por una dosis de punk a cargo de Joliette, De Nalgas, Delux y Allison. Todos ellos bajo el nombre del “Punx & Friends”.
Con guitarrazos y riffs que parecían ser ejecutados con odio, Joliette abrió el escenario. Una cuota de post-hardcore que formaba un ruidero, amalgamado con gritos desgarradores cuidadosamente vocalizados y en sincronía con una batería que ya desde su primer acto, pedía acabar con esa masacre.
La actitud irónica, antisistémica y desvergonzada, de los jóvenes empatizantes del punk, fue representada con de De Nalgas y “Vulgar Dulce Hogar”, con letras honestas, incitaba a la audiencia a unirse en una sola voz. Slam, vasos blancos que previo al acto de la banda contenían cerveza, ahora vacíos volaban, mientras las bocinas amenazaban con explotar en cualquier momento de la contención de altos decibeles. Una agresiva demostración de cómo devorarse el escenario, demostrando en las guitarras que el punk, no está peleado con ejecuciones limpias en los solos ni con el taping sobre cuerdas hardcoreras.
Ya menguaba la noche cuando “Dime” y el regreso de Delux, mantenían el ánimo en el Sala.
“Creo que aquí es la única ciudad en dónde hacen slam en 'Dime'"
Canciones como “Apague el Sol” y “Chat Noir”, fueron el pretexto para una sana y amigable sesión de codazos y empujones que no parecía tener fin. Atinadamente y con toda intención “Más de lo que te imaginas”, fue reservada para que Delux, despidiera a sus fans.
La noche cerró con Allison que presentó su nuevo disco Todo está encendido, además de un recorrido por su éxitos que parecían sólo complacer a sus aferrados fanáticos, en su mayoría treintañeros que crecieron junto con el grupo a lo largo de su trayectoria artística. Algunos neófitos del punk, que recibieron con aceptación, una dosis interminable de canciones pop y de formulazo, disfrazadas de punk.
Una noche de contrastes sonoros que dejó claro la diferencia entre “proponer” y “jugar” a crear música.
Fotos por Humberto Prina