¿Cuánto pesa tu vida?: Vaya Futuro
"Imagina por un segundo que estás cargando una mochila.
Quiero que sientas las correas en tus hombros ¿Las sientes?
Ahora quiero que la llenes de todas las cosas que tienes en tu vida.
Empiezas con las cosas pequeñas, aquello que está en estantes y en cajones:
las chucherías, los coleccionables.
Siente el peso mientras eso se acumula
Luego empiezas a añadir cosas más grandes:
ropa, electrodomésticos, lámparas, ropa de cama... tu televisión...
La mochila debe estarse haciendo pesada para este punto.
Ahora vas por lo más grande: tu sillón, cama, tu mesa del comedor.
Acomódalo todo ahí
Igual tu auto, mételo ahí
Tu hogar, ya sea un piso o una casa de dos habitaciones.
Quiero que metas todo en esa mochila
Ahora intenta caminar…”
No, este soliloquio no es de mi inspiración pues no soy un personaje creado por Walter Kirn pero ¿te has detenido a pensar en todo aquello que consideramos nuestro y que traemos a cuestas todo el tiempo? La cita se acabó ahí, en cosas materiales, pero se puede extender a personas: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los conocidos. Piensa en todo aquello que sabes de ellos, desde su nombre, su cumpleaños, quizás su color favorito o una anécdota que compartieron. Sus pensamientos de medianoche, sus miedos, sus inquietudes y todo aquello, poco o mucho, que los conecta ¿De verdad necesitas todo eso en tu vida? ¿Es eso lo que da sentido a tu vida, la llena, o simplemente te impide hacer más?
Que la cuarta producción de Vaya Futuro lleve por nombre El Peso del Mundo (2020, Devil In The Woods) pareciera hasta irónico en momentos en que todo nuestro mundo se redujo de cientos de metros cuadrados a tan solo unos cuantos. Físicamente cargar con ese peso (compuesto por cosas como las que mencioné en el párrafo anterior) sobre nuestros hombros se traduce en una presión mayor que es ejercida en nuestra persona, misma que nos está aplastando y trastornando en formas muy particulares.
Desde que inicia "El Abuelo" con ese relato hablado un sentimiento de nostalgia se vuelve preponderante, recuerdos de esa platica que tuviste con el padre de tus padres en una mañana fría, mientras el sol iba saliendo y ante ti se abría un majestuoso campo verde vienen a la mente y al mismo tiempo su tenue murmullo, ese que está cargado de esa sabiduría que solo los años proporcionan, lentamente se desvanece más permanece como una brisa. Ese sentimiento de añoranza y de taciturna meditación se repetirán una y otra vez a lo largo de los siguientes minutos:
"Que tu dolor no sea en vano
El mundo está enfermo. Quémanos
Cuando caiga el sol que sea sobre nosotros
Quiero huir lejos de aquí".
"((O))" es la pieza central del álbum, la que da coherencia y sentido. Fue el primer atisbo que se conoció de lo que sería El Peso del Mundo y en él radica toda la fuerza y el desencanto que envolverá al álbum. No se necesitan grandes orquestaciones ni arreglos rimbombantes, solo un hombre sentado al piano dejando que aquello que habita en lo más profundo de su ser se exprese y que sea seguida automáticamente por "7" funciona como un contraste necesario en el cual solo la melodía protagoniza y la voz ha desaparecido, así como el lenguaje que se encuentra tan absorto para este punto del álbum que de nueva cuenta no es capaz ni de articular una palabra que particulariza la melodía al dotarla de un nombre.
La vida es tan complicada como nosotros decidamos que sea, si nos preocupamos de más por cosas o personas que en realidad no valen la pena sólo será más difícil para nosotros sobrellevar todo. El Peso del Mundo es diferente para todos y la enorme labor que Vaya Futuro cumple con su nuevo álbum es justo el recordarnos la importancia de la soledad, de la reflexión y del silencio para que uno mismo se vuelva en un Eremita que sabe y entiende que: "Te mueves con el viento, con el viento te mueves".