Blues, boogies y jams: Canned Heat
Los años 60 fueron sin duda la década donde se moldeó la personalidad del mundo como lo conocemos en la actualidad: con el nacimiento de una nueva conciencia colectiva, germinaron luchas sociales, se diversificaron las corrientes artísticas y por supuesto, comenzaron a proliferar los festivales de rock.
Algunos de ellos, como el Monterey Pop Festival (1967) y el Woodstock Music and Arts Fair (1969), incluyeron bandas que se volverían legendarias: The Who, Jimi Hendrix, Jefferson Airplane y, entre muchos otros, Canned Heat.
En plena era de la psicodelia, esta banda llamó la atención por su sonido campirano, influido por el blues. Los acordes primitivos de la guitarra de Alan Wilson se hicieron escuchar entre ―lo que en ese momento era― “la juventud”.
El popular columnista Lester Bangs los acredita como los creadores del boogie encarnado, y si bien opina que Canned Heat nunca logró un álbum completamente bueno, reconoce que la banda tuvo momentos brillantes. En especial, el autor destaca "Refried Boggie", una composición descomunal que supera los 40'00", incluida en su tercer LP Living the Blues, cuyo espíritu de jam espontáneo encajaba perfecto en las mentes sinestésicas de los degustadores de la música en vivo.
El estilo de Canned Heat es compatible al de varios actos norteamericanos de blues-rock de su época, como Johnny Winter, Stevie Ray Vaughan o Allman Brothers, que se popularizaron luego de que artistas ingleses como los Rolling Stones y Eric Clapton, dieran una nueva valoración a un estilo tradicionalmente interpretado por músicos afroamericanos, que en algunos sectores era menospreciado y discriminado, pero cuando los ingleses lo adoptaron, fue bien visto y acogido como música correcta.
En retrospectiva, uno de los mejores trabajos de los californianos es su segundo lanzamiento, Boogie with Canned Heat (1968), álbum que vio ingresar al baterista mexicano Adolfo (Fito) de la Parra a las filas del conjunto. Más de medio siglo después, Canned Heat continúa dando presentaciones en vivo; varios de sus integrantes ya han fallecido, pero tanto Fito, como el bajista Larry Taylor, se han mantenido como iconos vivientes de una generación.
El nombre de Canned Heat sin duda ha atravesado la barrera de los años, de igual manera que lo han hecho la mayoría de las bandas, artistas plásticos, activistas y festivales de aquella época, que consiguieron simbolizar y encapsular un momento histórico dentro de sus acciones y pensamientos. Ahora Canned Heat visita la Ciudad de México, y es una oportunidad para revivir esos momentos en persona, más allá de leer sobre ellos en internet o ver videos grabados por alguien más.