En década de los sesenta, Las Panteras Negras, The Black Arts Movement, Nina Simone, Stokely Carmichael, Martin Luther King, los medallistas olímpicos Tommie Smith y John Carlos, Amiri Baraka, Angela Davis e incluso Malcom X, todos ellos tenían algo en común, poner en alto el Black Power (Poder Negro).
Se trata de la conquista del poder político para llegar a la autodeterminación de la comunidad afroamericana en Estados Unidos de América. Hay que recordar que esta población no tuvo derecho a votar hasta 1965 (tiempo en que había comenzado el movimiento), y en otros casos cuando algunas personas pudieron ocupar algún cargo político no se les permitió tomarlo. Por ejemplo, Carmichael (quien usó por primera vez el término Black Power en un sentido político), mencionó como “En Atlanta, Julián Bond se lanzó como legislador estatal y fue electo [dos veces] y se le negó la silla [dos veces].”
En este sentido, aún 100 años después de que se había abolido la esclavitud en este país (en 1863), continuaba la segregación para estas fechas. Claro ejemplo de ello es el establecimiento de guettos (zona que responde a cierto grupo social, cultural o religioso), como resultado del racismo.
Una tendencia ideológica que la especialista Olivia Gall junto con otros autores señalan en dos sentidos: un racismo de la desigualdad, que trata sobre cuestiones de diferencia de razas y la separación de grupos a partir de una creencia de inferioridad. Como la búsqueda de la pureza de la raza. Y el racismo de la diferencia (nuevo racismo, neorracismo o fundamentalismo cultural), en donde se marca la diferencia entre una persona y otra. Por ejemplo, cuando personas que nacen en un territorio se niegan a mezclarse con migrantes, ya que les consideran diferentes.
La opresión de la sociedad afroamericana sería tanta que a partir de varios mecanismos ideológicos y políticos buscaría (por iniciativa del SNCC: Stundents Nonviolent Coordinating Commite cuyo eslogan sería: “poder negro”), obtener el cumplimiento de sus garantías individuales, su libertad, empoderamiento económico y su autonomía en distintos rubros como la música, el arte, la literatura, la política, la educación, la vivienda, etc. Todo ello ante un contexto en el que décadas atrás ni siquiera se les pensara como vidas que pudieran ser reconocidas.
Las panteras negras (The Black Panther Party)
Se fundó por Huey Newton (1942-1989) y Bobby Seale (1936) en Oakland en 1966. Convirtiéndose en una de las organizaciones más fuerte del movimiento Black Power. Los panteras se basaron en las discusiones teóricas de Frantz Fanon, el Che Guevara, Franklin Frazier, Mao Zedongo, entre otros.
Algunas de sus demandas implicaban empleo, vivienda, educación, justicia, paz, etc. También tuvieron participación social a partir de dos programas, en el primero se organizaron como patrullas armadas que vestían chamarras de piel color negro y boinas como una forma de demostrar su disciplina militar y en el segundo, realizaban servicio a la comunidad.
El padre del Black Power (Carmichael), consideraba el símbolo de esta organización como “un animal hermoso, audaz, que representa la fuerza y la dignidad que hoy requiere el negro. Un hombre necesita a su lado una pantera negra cuando él y su familia deben soportar (…) la pérdida de trabajo, el lanzamiento de domicilio, el hambre, y a veces, la muerte, por su actividad política.”
No obstante la organización robó la atención del FBI (Federal Bureau of Investigation) debido a que se había extendido a una amplia área del país norteamericano, por lo que concluyó disipándose a inicios de los setenta, mientras que el movimiento artístico perduró un poco más.
El movimiento de arte negro (The Black Arts Movement)
Conformado por poetas, artistas, músicos, dramaturgos y escritores, en el apogeo del Black Power llegó este movimiento (en 1965) que se prolongó por diez años, para concientizar (a través del arte), y dar fuerza a las creaciones de la población afroamericana que se encontraba sujeta a una latente desigualdad.
Imamu Amiri Baraka (1934-2014), es quien se encargará de echar a andar el Black Arts Repertory Theater en Harlem, la cuna de estos nuevos artistas que de forma autónoma van a crear “arte negro para gente negra”. A la par será publicado Negro Digest y otros proyectos, para promover el trabajo literario de nuevos artistas afroamericanos y The Black Scholar una revista académica.
Por otro lado, el jazz aparecerá como la música afroamericana con mayor contenido político que dará ritmo al movimiento. Artistas como: John Coltrane (1926-1967), Archie Shepp (1937), Thelonious Monk (1917-1982) conformaran este grupo, al igual que Nina Simone (1933-2003), quien va a representar una de las tantas mujeres que participaron activamente en el movimiento.
Mujeres en el Black Power
La participación de los lideres en organizaciones en pro de los derechos civiles para los afroamericanos no se redujo a figuras masculinas, la inclusión de mujeres como Angela Davis (1944) dentro del Comité Coordinador Estudiantil No Violento (siglas en inglés SNCC) y las Panteras Negras, también definió en gran medida el papel de la mujer que pertenecía a esta comunidad.
A ella se suman Kathleen Cleaver (1945), quien fue la primera mujer en formar parte del Comité Central de las Panteras Negras. Assata Shakur (1947) quien estuvo en prisión durante varios años para después pedir asilo político en Cuba. Charlotte Hill O’Neal, que tuvo que mudarse a Tanzania en donde junto con su esposo ayudó a formar United Africa Alliance Community Center.
La primera líder que demandó espacio para la mujer dentro de las Panteras Negras fue Tarika Matilaba, quien a su vez formó parte importante de la editorial del movimiento y realizó más de 40 caricaturas políticas. Por otro lado, Judy Hart una líder estudiantil en la Universidad de la Ciudad de Oakland y después de la Universidad Estatal de San Francisco que inicialmente con el objetivo de acabar con la brutalidad policial se incorporó a las Panteras Negras junto con Chaka Khan (1953) que a la par formó parte de una banda de funk y R&B llamada Rufus. De la misma forma Elaine Brown (1943), Barbara Easley-Cox y otras mujeres van a ser pieza fundamental del movimiento que llegaría a los ojos del mundo.
Cuando el Black Power llegó a México en el 68
Se llevaban a cabo los Juegos Olímpicos del 68 en la Ciudad de México, en vísperas de uno de los actos de intolerancia más radicales cometido en la Plaza de las Tres Culturas, cuando el mundo entero vio dos puños levantados que representaban el Black Power.
Se trataba de los corredores norteamericanos Tommie Smith (medalla de oro) y John Carlos (medalla de bronce), quienes ya en el podio durante el himno nacional de su país, agacharían la cabeza mientras levantaban el puño cubierto por un guante de piel color negro, con el fin de denunciar la segregación racial.
Al volver a su país los dos deportistas fueron víctimas de discriminación y otras vejaciones durante varios años, sin embargo, sus acciones han sido de las más reconocidas a nivel mundial en la lucha contra el racismo.
¿Qué hay del racismo en la actualidad?
Quizás con ver a un afroamericano (Barack Obama) que lleva dos periodos en la presidencia parecería que el racismo se ha erradicado por completo de EE.UU. No obstante, cuando surgen actos como los de Ferguson (en 2014, cuando un policía blanco asesino a tiros a un joven afroamericano llamado Michael Brown, que en ese momento se encontraba desarmado), valdría la pena replantearnos algunas preguntas: ¿qué ha ocurrido con el racismo tras décadas de lucha en contra de la desigualdad? o ¿cuáles son los mecanismos que ha adoptado para poder perdurar en una sociedad “civilizada”?. Si bien existe una clara dificultad para encontrar una respuesta concreta ante actos que surgen con la Modernidad y que vienen arrastrándose desde la colonización, una forma de intentar reducir la violencia que surge del racismo podría ser el volver a revisar la propia historia de este país (The Black Power Mixtape 1967-1975) y del mundo en general.