Me doy cuenta que la mayoría de la gente utiliza la palabra “apóstrofe” para referirse al signo ortográfico (‘) que se utiliza para indicar que se elide (omite) algún sonido al juntar 2 palabras (“p’allá” por “para allá”; “d’aquel” por “de aquel”). El nombre de este signo ortográfico es “apóstrofo”.
El apóstrofe es una figura retórica o literaria que consiste en interpelar vehementemente a una o varias personas, cosas inanimadas o seres abstractos. Incluso, existe el verbo “apostrofar” (dirigir apóstrofes a alguien).
Aquí unos apóstrofes famosos: “La cólera, canta, ¡oh diosa!, del Pelida…”, “Pequeña alma mía, errante, tierna…”, “Ven, noche gentil, noche tierna y sombría…”.
Vale la pena mencionar que “apóstrofe”, la figura retórica, es un sustantivo masculino. Lo digo porque he escuchado y leído que se refieren a este como “la apóstrofe”.
Por C. Escobedo