Por Ivonne Castelazo / @Ivonnecastee
Más allá de generar placer, el concierto de Ariana Grande en Manchester plantó miedo en Occidente. El 22 de mayo se registró una explosión al final del evento familiar en el Manchester Arena: un acontecimiento que principalmente cobró víctimas entre infantes y adolescentes, mismos que en adelante no sólo serán más conscientes de la situación global sino que también portarán una semilla de odio que aumentará cuando lleguen a su adultez, en la cual se recalcarán los estereotipos y la segregación entre las razas humanas.
De acuerdo con información de AFP y Reuters, el grado de amenaza de éste y los más recientes atentados en el Reino Unido (la bomba en el Parlamento el 22 de marzo), han llevado a que el índice adquiera una categoría de "severo": el segundo más alto en la escala de las autoridades, lo cual hace referencia a que probablemente este incidente esté sucedido por otros similares.
La recopilación de ataques terroristas desde el 2015 ha generado que el miedo de la población incremente de tal manera que no se sientan seguros en sus propios espacios públicos. Las festividades del Occidente se han convertido en el blanco perfecto para dichos siniestros. Estadios, arenas y vías públicas donde no sólo se encuentran gente adulta sino también infantes. Estos son los lugares que el Estado Islámico ha escogido para aterrorizar a sus habitantes. ¿El resultado? Más allá de generar alivio al momento de salir en familia o amigos, estos acontecimientos han hecho que la sociedad busque refugio en sus hogares haciendo que el ser sociable detenidamente vaya perdiendo su esencia hasta acudir a la médula animal: la supervivencia.
La sociedad británica no se siente derrotada por dichos ataques, estos acontecimientos han provocado que las personas se alíen con un fin en común: No dejarse vencer por el terrorismo. Las personas podrán tener sus diferencias, pero cuando se trata de un acto terrorista o situaciones de violencia, dejan aquellas desigualdades de lado para encontrar un bien común: dado caso de la victoria de Manchester United en la Europa League donde al final del partido se reunieron los equipos para mostrar sus condolencias por el acto sucedido, salieron con un cartel que decía “A City United”.
Posteriormente, Manchester City (equipo hermano del United) sublimó todo tipo de rivalidad deportiva para lanzar en redes el mensaje de “A City United” coloreando en azul la palabra "City" y en rojo "United" honrando aquello que importa más: su ciudad y la esperanza de su juventud.
Estos son los acontecimientos que cuales muestran que todavía hay solidaridad entre la humanidad y que más allá de generar miedo también producen coraje, por la cual las personas no están dispuestas a inhibirse en su totalidad.