En un día como hoy pero hace tres años exactos se acabó, literalmente, el mundo.
En la Guardería ABC: una de las muchas estancias infantiles del Instituto Mexicano del Seguro Social privatizadas vía asignación directa a parientes y amigos como si fuesen franquicias de comida rápida, se produjo la peor tragedia infantil de la que se tiene memoria. El lugar había sido taller de maquila en una zona industrial, y desde 2001 fungía como bodega -pero de niños. Los dueños eran miembros de la alta sociedad político-empresarial sonorense: revoltijo de intereses endogámicos, emparentados incluso con la esposa de Felipe Calderón.
Todo empezó cuando se produjo un incendio en la bodega contigua, donde se encontraban guardados archivos muertos de la Secretaría de Hacienda local. También -e inexplicablemente- bidones con gasolina, automóviles con tanques llenos de combustible: bomba de tiempo que estalló a las catorce cuarenta y cinco horas del viernes cinco de junio del año dos mil nueve.
No había muros ni separación real entre los dos lugares. Eran, para efectos prácticos, uno solo. Cuando las llamas se propagaron a la Guardería donde se encontraban en ese momento casi doscientas criaturas durmiendo la siesta, se fue la luz. Bajo un toldo de poliuretano altamente flamable, que debió quitarse por recomendación pericial seis años antes (pero que se dejó intocado, porque para los dueños esa estructura de colores era atractiva, y los reclamos en contrario obedecían a que las maestras "veían demasiadas películas de Hollywood", como lo expresó con claridad Antonio Salido, uno de los daños), reposaban los hijos pequeños de trabajadores -cuya edad promedio apenas frisaba los tres años- sin saber que una de las más grandes pesadillas de todo ser humano iba a volverse trágica realidad.
Murieron cuarenta y nueve bebés: veinticinco niñas y veinticuatro niños, porque las puertas de emergencia no eran abatibles y en todo caso estaban cerradas con pasador. Los extintores no funcionaban. Muchas de las cuidadoras tomaron sus bolsos, y salieron de la Guardería dejando a los niños a su suerte.
Decenas sufrieron lesiones permanentes. Unas horas después de la tragedia, ya habían llegado expertos estadounidenses que invitaron a los padres de las víctimas con graves quemaduras, para que pudiesen atenderse en hospitales especializados. Autoridades locales, del estado y el gobierno federal engañaron a sus padres, haciéndoles creer que México contaba con facilidades similares, y hasta mejores que en Estados Unidos. Era una descomunal mentira, que obedecía a una estrategia de control de daños que persiste hasta nuestros días.
El gobernador de Sonora, Eduardo Bours, dijo unas semanas después que el incendio no le quitaba el sueño, y que dormía tranquilo, "como bebito".
Los dueños lograron la reclasificación del delito: de doloso a culposo, y el juez que llevaba la causa les impuso una fianza de ... dos mil pesos. A pesar de intolerables presiones por parte de los tres niveles de gobierno para minimizar lo que sucedió hace tres años, los padres y madres directamente afectados formaron un Movimiento que no ha cejado en su búsqueda por la Justicia: algo que sin duda, más temprano que tarde, llegará.
Mientras tanto, la administración continúa premiando a los responsables directos. Juan Molinar, quien como director del IMSS se repartieron cientos de guarderías y que cuando se produjo el incendio fungía como Secretario de Comunicaciones, terminó siendo estratega electoral en el PAN (puesto que actualmente sigue ostentando). El titular del Instituto Daniel Karam, sigue siéndolo. En su momento dijo que la Guardería ABC "cumplía con todos los requisitos de seguridad". Hace poco, recibió de manos del rector del ITAM Arturo Fernández un reconocimiento (no es broma) por su "trayectoria profesional". El ex procurador federal, Eduardo Medina Mora (para el cual el siniestro y la muerte de 49 niños "no constituía delito grave"), es hoy Embajador de México en el Reino Unido.
El priísta Eduardo Bours entregó la administración estatal a Guillermo Padrés después de las elecciones de julio de 2009, y se regresó a su casa. El ex alcalde de Hermosillo Ernesto Gándara, quien como autoridad municipal encargada de protección civil debió haber clausurado el lugar plagado de irregularides, es ahora candidato a Senador por el PRI. Su compañera de fórmula Claudia Pavlovic, quien alguna vez Carta de Recomendación para los dueños de la Guardería al juez correspondiente, es su compañera de fórmula.
Abel Murrieta fue procurador estatal durante las administraciones de Bours (PRI) y Padrés (PAN). Su labor de encubrimiento y defectuosa integración de expedientes relacionados con el incendio, también le representó dividendos en este mundo alrevesado: ahora busca ser diputado local por el Partido Revolucionario Institucional.
Margarita Zavala ha dicho que no conoce a su prima Marcia Matilde Gómez del Campo, quien obtuvo absolución judicial de la que se han inconformado los padres. Una amiga personal de la esposa de Calderón: Carla Rochín, ex restaurantera que obtuvo la plaza de directora de Estancias Infantiles del IMSS careciendo del más mínimo conocimiento sobre la materia, ha evitado también la acción de una justicia parcial y supeditada al Ejecutivo.
A petición expresa de los padres del Movimiento Cinco de Junio, la Suprema Corte ejerció su facultad de investigación (hoy día transferida a la CNDH). El Ministro Arturo Zaldívar elaboró un Proyecto ejemplar que señalaba responsabilidades de funcionarios, pero que eventualmente fue desechado por el Pleno ante la intensa presión y amenazas del gobierno federal.
La impunidad se pasea despreocupadamente, pero los padres agraviados y un sector cada vez más amplio de la sociedad y las redes presenciales y virtuales los acompaña y fortalece. En tres Juicios Ciudadanos (contra los dueños; las autoridades municipales y estatales, y el Estado Mexicano), ha quedado de manifiesto el desinterés y abierta complicidad de una autoridad que en otros países hubiese realizado cambios profundos y perdurables.
Ese momento aún es Utopía en México, pero no es lejano su arribo. Los jóvenes del Colectivo #Yosoy132 se han sumado con entusiasmo al proyecto de los padres, que incluye la aprobación de un Reglamento de vanguardia que permita la correcta aplicación de la Ley General de Estancias Infantiles o Ley Cinco de Junio cabildeada por ellos.
Nuestro país no tiene futuro, mientras exista la posibilidad de que se repita una pérdida como la de aquel día, hace tres años, en Hermosillo. El que ésto no vuelva a suceder, depende en gran medida de nosotros. Tenemos que ser participantes activos: no permitir que Felipe Calderón obtenga un premio inmerecido de la ONU para las estancias de Sedesol, muchas de las cuales se encuentran en condiciones similares a las obtenidas cuando se incendió la Guardería ABC.
A la generación de cultura como el indispensable libro del periodista Diego Osorno: "Nosotros somos los culpables" y su adaptación para teatro del dramaturgo Humberto Robles, deberá sumarse un remedio definitivo para la desmemoria y el olvido. La edificación, en el lugar preciso de los hechos, de un Memorial inspirado en ejemplos internacionales y diseñado por jóvenes arquitectos y urbanistas mexicanos con el acompañamiento del Museo de la Memoria y Tolerancia, se encuentra en fase de anteproyecto.
No podemos dejar solos a las víctimas del atroz incendio acaecido hace tres años. Dotar de contenido y asegurarnos de que no vuelva a suceder, es obligación humana a la que no podemos o debemos renunciar.
Guardería ABC en el recuerdo, y en el corazón. ABC, Nunca Más.