La explosión que nos conecta, el ruido de Ariwo en Bahidorá
“Cuando nosotros empezamos el show, yo empiezo a pedir permiso a nuestros seres fallecidos, todo eso en lengua Yoruba y comienzo a invocar que nos permitan hacer el concierto, que nos permitan llegar a los corazones, yo creo en esas cuestiones muy espirituales… a las personas les llega.
Nosotros estamos invocando a la Tierra, estamos invocando a esos seres fallecidos nuestros, estamos invocando a un nuevo renacimiento, sobretodo en cuanto a mente, en cuanto a cómo la civilización está funcionando, a cómo pudiera funcionar mejor.”
[Yelfris Valdés, extracto de entrevista en Bandcamp Daily]
Mucho de lo que somos, hacemos y creemos; está influenciado por nuestro entorno. En cuanto más diverso sea el entorno del territorio que habitas; habrá mayor cantidad de creaciones e ideas que surjan de él.
Una de las ciudades con mayor diversidad de cultura, creencias y lenguaje es Londres; y durante varias décadas su pluralidad ha conectado artistas de distintos lados del mundo.
Durante años, varios artistas han hablado de la riqueza musical y cultural que fluye por sus calles, y justo ese “caudal de conocimiento” es del que se ha nutrido el poderoso cuarteto llamado Ariwo.
La cantidad de personas que hay en el grupo es clave para comprender la fuerza que invoca este ruido, ya que Ariwo está compuesto de cuatro elementos:
Pouya Ehsaei.- Quien canaliza la energía, brujo eléctrico. Artista visual de Irán especializado en música y tecnología, además de ser un gran ingeniero de sonido; también está involucrado en arte multimedia.
Oreste Noda.- Maestro conguero, alguien que recorre el camino del guerreo en la percusión. Este músico de Matanzas (Cuba) ha ido de giras con Hugh Masekala, es integrante del colectivo Lokkhi Terra en Londres y quien dirige Sambroso Sambroso (productora/promotora cultura).
Yelfris Valdés.- El guía del viento para los espíritus y llamados del conjunto. Este talentoso trompetista de la Habana y conocedor de los metales lleva viviendo en Londres desde 2014.
Hammadi Valdes.- Escolar de la percusión, un talentoso músico que desde los ocho años anda metido en la música y hasta la fecha él dice que la “sigue estudiando”. Él ha trabajado seguido con Chucho Valdés; de hecho participó en el álbum New Conceptions de 2004 que ganó un Grammy a Mejor Álbum de Jazz Latino.
Ariwo surgió con el propósito de representar la idea y concepto detrás de Manana, el primer festival de música electrónica y raíces afro-cubanas en Cuba que se llevó a cabo del 4 al 6 de Mayo de 2016 en Santiago de Cuba.
Sin poder siquiera ensayar como tal ni conocerse, Ariwo sonó por primera vez durante la sesión que Manana transmitió en un Boiler Room de 2015.
Después que hubiera sucedido Manana, y Ariwo estremeciera al público presente en la sala principal del Teatro Heredia; lanzaron en 2017 su álbum debut a través de la plataforma discográfica de Manana.
Aprovechando que la banda viene a tocar al Carnaval Bahidorá, nos pusimos en contacto con Hammadi Valdes para platicar sobre su camino en la percusión, los mirtos detrás del significado de “Ariwo”; y la dinámica que tienen como banda.
Betoques: Tal vez nuestros lectores no lo sepan, pero ya llevas toda una trayectoria como músico. Quisiera que nos cuentes el camino que te llevó a ser tan habilidoso en la percusión.
Hammadi: Más o menos, sigo luchando (risas). Vengo de una familia musical, ambos de mis padres están enfocados en esta disciplina.
Mi madre es una excelente oboísta, ha sido por muchos años primera solista en la orquesta de la ópera de La Habana. Además ella también se dedica a la labor educacional, es profesora tanto de la Universidad de las Artes, Escuela Nacional de Arte y Conservatorio Nacional de Música en La Habana. Mi padre es clarinetista, se destacó en Cuba por su labor pedagógica en la Universidad en La Habana. Ahora reside en Cuenca (Ecuador) continuando su labor como profesor.
Al principio me incliné por otros instrumentos, con el que inicié fue el piano; que también puede llegar a ser considerado un instrumento de percusión (risas).
Recuerdo que desde que antes que empezara a estudiar música en el conservatorio profesionalmente, mi mamá me llevaba a los ensayos de su orquesta y yo tenía mucha inclinación por observar qué hacía la sección de percusión. Solía sentarme en algún lugar del teatro para observar lo que hacían, siempre me han intrigado las percusiones.
A veces iba a la casa y trataba de reproducir lo que había escuchado. Estudié piano clásico alrededor de seis años hasta que decidí dar un cambio en la carrera para enfocarme a la percusión sinfónica. Como también tenía una influencia armónica de piano, me incliné por esa rama. Pasé muchos años estudiando instrumentos como marimba, xilófonos y perfeccionando técnicamente.
Dentro del ambiente de la escuela, siempre tuve inquietudes de hacer otro tipo de música, me incursione en el jazz, jazz latino, la música popular cubana (por supuesto) y la música folklórica. Tuve muy buenos compañeros y maestros con los que me aventuré en estas corrientes musicales.
Me sigo considerando un estudiante y cada día trato de aprender de todos a mi alrededor, una de las cosas más grandes que me han pasado en la carrera es llegar a Londres y poder compartir conocimiento con varios músicos alrededor de distintas partes del globo.
Cada día que pasa hay una nueva experiencia acompañada de un aprendizaje constante, estar en Londres ha sido un tipo de estudio de post-grado.Sales a la calle y encuentras música de todas partes. Toda la cultura fluye ahí, puedes encontrar personas hablando 100 idiomas diferentes. Es un lugar donde hay personas que vienen por distintas razones, y cada una de ellas trae su cultura y su forma de hacer música. Eso es lo que más me ha fascinado, desde el principio ha sido un intercambio; yo trato de aportar o compartir lo que sé y al mismo tiempo me nutro de los músico brasileños, ingleses, asiáticos, de la India, del sudeste de Asia, africanos. La cultura del jazz que hay aquí es diferente a la de América porque tiene una sonoridad más europea pero también caribeña por la cuestión migratoria de las islas en esa zona.
Te puedo decir que la sonoridad de aquí es un caudal de conocimiento al que se accede con sólo estar en la calle.
B: Por lo que nos dice Internet, fuiste galardonado con un Latin Grammy. Algo que siempre me ha llamado la atención y sólo he podido preguntar dos veces, es; ¿Qué cambia después de que te otorgan ese reconocimiento?
H: Bueno, en realidad nunca me di cuenta de lo que era hasta que llegue a Londres. En Cuba hay muchos músicos talentosos, y varios han tenido la dicha de tener este mismo reconocimiento, pero no sé le da tanto valor como se le da en os Estados Unidos o en países como en el que vivo. Me ha abierto muchas las puertas, se tienen que reunir muchos factores para que puedas ser galardonado.
Cuando obtienes este premio, lo primero que sientes por supuesto es el halago, te siente muy privilegiado pero al mismo tiempo sientes mucha presión porque sabes que a partir de ese momento no puedes hacer nada que no sea excelente (risas)… Es como un arma de doble filo.
Tienes el placer de recibirlo y ser reconocido, pero te pone en una posición en la cual todo lo que haces tiene que tener el máximo estándar de calidad. No te puedes dar el lujo de entregar la mitad de tu energía, tienes que darlo todo.
Lo más difícil no es llegar a un punto, sino mantenerte ahí. Se trata de reflejar una constancia y estar preparado para seguir ahí. No todo mundo está capacitado para mantener esa exigencia mucho tiempo, eso es lo difícil.
B: Cuando alguien visita la pestaña de about en su sitio web, Ariwo, queda muy claro el concepto detrás del nombre; pero creo que hay varios significados enterrados en lo profundo. Quisiera que nos cuentes más acerca de esta palabra y a lo que alude.
H: Es una palabra de origen yoruba que significa “ruido”, una gran “explosión”. Todas estas manifestaciones de ese origen tienen muchos mitos y leyendas que son interesantes, lo valioso es que son abiertas para la interpretación de cada persona (risas). Mi propia interpretación de la leyenda (en pocas palabras), sería que es la creación del mundo. Ya que la palabra está vinculada con el ruido de una explosión, me gusta imaginar que fue provocada por el encuentro de dos potencias, o dioses de las creencias yorubas. Esa explosión (que es “Ariwo”), fue la creación del nuevo mundo y universo; algo similar al Big Bang. Hubo una gran explosión y por lo tanto un gran ruido, y a partir de eso surgió todo lo que conocemos ahora.
B: En una entrevista para Bandcamp, mencionaron que la portada es una representación de ustedes observando una fogata. Ya que también su disco está compuesto por cuatro tracks, me gusta interpretar que al mismo tiempo cada uno de ustedes representa un elemento. ¿Con cuál elemento te consideras asociado? ¿Cuál simboliza el rol que tienes en Ariwo?
H: (pausa reflexiva) Bueno, es complicado. Considero que este tipo de pregunta encierra una respuesta más filosófica, pero creo que cada uno de nosotros (en su debido momento) representamos cada uno de los elementos.
Hay momentos en que hay varios elementos contrastantes en nuestra música, y por lo tanto demandan tensión. Otras veces hay momentos donde cada uno de nosotros tiene ese rol, somos responsables de brindar ese elemento.