Un concierto de IDLES para cuando te sientas sol@
Por Regina Vázquez Eimbcke
Enferma de laringitis me lancé al Pepsi Center con mi bolsa llena de Kleenex y una bufanda para no morir.
Nunca había visto a IDLES en vivo, era la primera vez que los iba a ver y tenía una mezcla de emociones en mi estómago. Sabía que habría muchísima energía y que probablemente me iban a pisar, pero por otro lado, estaba súper emocionada de poder verlos por primera vez.
Entramos Nat Zamora, Aldebaran y yo por la parte trasera del Pepsi Center, y en un abrir y cerrar de ojos, estábamos en un camerino con Joe Talbot y Mark Bowen.
Joe traía una camisa de SOPHIE y Mark venía vestido como un güey que maneja camiones en las carreteras de Estados Unidos.
Mientras nos acomodábamos, Joe nos contó por qué eligió a Angélica García como la artista invitada para abrir el concierto en CDMX. Cuando la vio en un performance para 20 personas en la ciudad de Nueva York quedó completamente hipnotizado y asombrado por su talento.
Pronto le propusieron abrir uno de sus shows. Y concuerdo con Joe: la manera en la que Angélica canta es hipnotizante. Su voz desgarradora y sus letras hacen que cualquier persona en el público se sienta atraída por su talento.
Nos contaron acerca de sus conciertos y de cómo no planean y simplemente lo hacen. Sí, obvio hay un set list, pero si deben ajustarlo, no hay problema.
Por ejemplo, hablaron de que en un show en Denver tocaron dos veces seguidas "Never Fight a Man with a Perm", porque se sentía correcto, y así que lo hicieron. Cito las palabras de Mark: “If you think about it too much, it’s not gonna come out right”.
Cerramos la charla con una foto que tomé con mi cámara analógica. Cerca de las 7:45, Nat se fue al pit para tomarles fotografías, Alde se perdió y me quedé completamente sola. Sin embargo, estaba lista para presenciar uno de los actos de rock más relevantes de esta década y me metí entre el público. Debo admitir que me quedé en las orillas porque no quería morir aplastada por los slams. ¡Mido 1.55, la gente no me va a notar!
Vestida de negro, Angélica García salió al escenario. Con una onda vampiresca, hipnotizó al público. Me recordó a Only Lovers Left Alive de Jarmusch.
Moviéndose por todo el escenario y cantando canciones como "Paloma", pudimos escuchar sus raíces méxico-salvadoreñas en sus letras.
Por ahí de las 9:20 se apagaron las luces y comenzaron a sonar los primeros acordes de "IDEA 01". Esto sentó el mood del concierto, y entre gritos y chiflidos, la banda salió al escenario.
La segunda rola fue "Colossus", una de las favoritas, y presenciarla en vivo fue increíble. Nunca había sentido tanta adrenalina y miedo al mismo tiempo. Miedo porque, al ser pequeña, la gente nunca me nota y temía ser arrollada por las personas. Afortunadamente, no pasó. Las personas comenzaron a brincar y a gritar, y la energía recorría todo el recinto.
La canción comienza a construirse y, en un momento, todo se queda en silencio. El espacio para los slams empieza a abrirse mientras Joe, al micrófono, pedía que la gente se hiciera a un lado porque, oficialmente, esto iba a comenzar y nos íbamos a divertir.
El slam comenzó y la gente a mi alrededor brincaba, lanzaba vasos de cerveza y coreaba "Gift Horse" y "Mr. Motivator".
La energía nunca decayó. Genuinamente estaba sorprendida por el nivel de amor que el público mexicano le tiene a esta banda de Bristol. La gente venía con ganas de gritar, de liberar el enojo que les provocó el taxi que se les metió en el camino hacia el concierto o de soltar cualquier sentimiento que les estuviera molestando.
En "Mr. Motivator", Lee Kiernan se lanzó al público y se dio un crowd surf característico de los IDLES. Así continuó lo que sería uno de los conciertos más energéticos a los que he asistido.
Siguieron con un setlist impecable: "Mother", "Car Crash", y al llegar a "I Am Scum", Joe gritó: "¿Hay scumbags en la audiencia?" Así comenzó la rola. Gritando "Fuck the king", y Joe Talbot encendió aún más a la audiencia.
Lo mejor de los IDLES es que, por fuera, parecen ser esta banda de hombres que te gritan en la cara; sin embargo, son personas sensibles.
En 2015, un estudio hecho por el gobierno de Inglaterra reveló que 75 por ciento de todos los suicidios en el Reino Unido fueron de hombres. A pesar de eso, las presiones sociales, físicas y mentales que han afectado la masculinidad durante siglos no han disminuido. Sobre un tambor ruidoso, Joe Talbot lanza todas las expectativas que le han impuesto a él y a los hombres desde que era joven: "compórtate como hombre", "siéntate", "ponte las pilas", "no llores"; "Sé más hombre, me dijiste, sé más hombre". Para luego decir: “Soy un hombre de verdad y voy a llorar, me amo y quiero intentarlo”. Esto es lo que hace que sean una de las bandas más relevantes de nuestros tiempos, dejando atrás la imagen del güey de una banda de rock.
Después tocaron una de mis canciones favoritas del Tangk, "Roy". Y aunque este nuevo disco es mucho más tranquilo, con menos gritos, en vivo se vive totalmente diferente. A pesar de ser una rola más "relajada", la energía nunca bajó. La gente seguía gritando, brincando y lanzando cervezas al aire. Me cayó una casi entera, y en verdad espero que haya sido cerveza (al menos olía a eso).
Al llegar a "Samaritans", pasó algo muy lindo: dedicaron la rola a Angélica García.
Algo admirable de la banda es que los miembros son personas sumamente sensibles y sentimentales. Especialmente en este nuevo disco, se abrieron un poco más. Cuando llegó "The Wheel", Joe se sinceró y contó cómo esta canción trata sobre cómo lidió con la muerte de su mamá.
Con eso, compartió un mensaje que necesitaba escuchar en este momento de mi vida: esos mensajes que te llegan justo cuando más los necesitas. "Si te sientes solo, por favor comparte tus sentimientos con alguien más". En ese instante, volteé a ver a Nat (mi fiel acompañante de conciertos) y nos dimos un abrazo, porque ambas necesitábamos escuchar eso.
La fiesta siguió, y con la pregunta al público: "¿Están listos para bailar?", comenzó "Dancer", una rola que sí o sí te hace sacar los prohibidos. I give myself to you, as long as you move on the floor, y sí, todos bailaban, cadera con cadera, cachete con cachete, sudando y coreando la letra.
Llegábamos al final del show, y la banda se mostró completamente agradecida con el público mexicano, diciendo que éramos la mejor audiencia del mundo.
Con un discurso sobre el público mexicano y Palestina, comenzaron la icónica "Danny Nedelko". Gente sin playera, sudor por todos lados, cervezas volando, gritos y saltos, IDLES dio una presentación que nunca voy a olvidar. Fue uno de los shows con más energía que he visto en mi vida. Así fue como, con "Rottweiler", terminó este conciertazo en la CDMX. ¡Los queremos mucho, IDLES!
Pueden escuchar la entrevista completa en Otra Vez las 9.