Homenaje a la ciudad y su comunidad; ‘Los Angeles’ de Flying Lotus
Si las personas somos capaces de hacer cosas sumamente crueles o maravillosas, al estar en grandes cantidades dentro de un mismo territorio; podremos experimentar nuestros límites. Es en las ciudades donde se vive lo mejor y lo peor de los seres humanos, este gran patio de juegos ofrece creación al igual que destrucción. Al norte del continente americano, hay un ente urbano que ha encontrado un balance entre ambos polos.Los Ángeles es considerado como la meca del entretenimiento occidental; pero un gran atributo que tiene es que, por más de dos décadas, ha cultivado una corriente musical compuesta de elementos sonoros tales como la instrumentalización, los pedazos de canciones (sampleo) y el popurrí de géneros. Comenzó a principios del milenio y le decían “beatmaking” (entre sus influencias está el jazz, hip hop, funk y soul); aunque sería más sencillo contemplarlo como un sonido que nació a partir de la inquietud y destreza de mentes creativas con el propósito de experimentar con las herramientas disponibles.
Así fue como surgió Flying Lotus, el seudónimo del músico, productor, cineasta, ser humano/caricatura conocido en la legalidad como Steven Ellison.
El pasado 9 de enero de 2018 se cumplió una década del lanzamiento de su segundo álbum titulado Los Ángeles, disco que rinde tributo a la ciudad, enmarca el auge de la “beat scene” californiana y sirve como preludio a la aparición de Brainfeeder. Tal vez se siente distante esa fecha considerando que Fly Lo’ ha realizado otros tres discos, creado —y a su vez enterrado— un alter ego (Captain Murphy) y dirigido su ópera prima Kuso (2017, Brainfeeder Films); pero cualquier persona que apoye las creaciones de este genio debe viajar en el tiempo mediante internet al 2008 para comprender la marca que dejó en el Flying Lotus de 2018.
Si se va a emprender esta travesía, es importante ir antes a los principios del milenio; regresar a la época de aquel joven Flying Lotus que admiraba a Dr. Dre y gozaba sus narrativas entre canciones al igual que las de Snoop Dogg mientras estudiaba la carrera de cinematografía en Los Angeles Film School. Seguimos en la escala temporal antes de brincarnos al 2008, ya que una vez concluidos sus estudios, Steven Ellison trabajó en la fundación John Coltrane y poco tiempo después consiguió un trabajo/internado en Stone Throw Records (disquera vital para el florecimiento de la “beat scene” en LA) donde absorbería el conocimiento de Eothen Alapatt (mejor conocido como Egon, gerente de Stone Throw Records desde el 2000) para lograr dirigir y operar un sello discográfico.
Además de consejos, y enseñanza, Flying Lotus también tuvo la oportunidad de participar en la RBMA (Red Bull Music Academy) que se llevó a cabo en Melbourne de 2006 y ese mismo año lanzó su primer álbum titulado 1983 (referencia al año en que nació) a través del sello independiente angelino Plug Research. Meses después, cuando ya era el principio de 2007 (Febrero para ser precisos), Flying Lotus anunció su fichaje en Warp Records durante el programa que en esa época tenía Andrew Meza en Titan Radio. Su primer lanzamiento en aquel enigmático sello discográfico fue un EP titulado Reset (2007, Warp) que incluía la primera canción que envió al canal de contenidos lisérgico conocido como Adult Swim.
Fue durante este periodo que Fly Lo’ se mudó a Das Bauhaus (comunidad habitacional para artistas), ahí conoció a un residente llamado Adam Stover quien lo ayudó con la mudanza y tiempo después se convirtió en el label manager de Brainfeeder. Fue en este hogar donde se construyeron las bases para crear al monstruo discográfico alimenta-cerebros.
Desde que era adolescente, Steven Ellison quería tener una disquera, después de haber recibido sabiduría de las mentes en Stone Throw Records, haber participado en la Red Bull Music Academy, lanzado su primer álbum, vivir en Das Bauhaus con Samiyam y Teebs (productores igual de talentosos que Flying Lotus); sólo se necesitaba un último ingrediente para crear Brainfeeder y esa sustancia fue Los Angeles. Aunque la primera vez que se utilizó el nombre de Brainfeeder fue durante un programa de 4 horas en dublab a finales de 2007, es la nombre de la canción con que inicia la travesía de Los Angeles; lo cual dudo que sea una coincidencia…Me gusta interpretarlo como un mensaje de que una bestia sonora se aproximaba.
Por cuarenta y tres minutos con diecisiete segundos, este disco confunde a quien lo escuche. La textura es un aspecto fundamental, posee un ruido con estática alucinante cargado de percusiones filosas y calientes.
Sólo hay dos canciones que tienen letra (“Roberta Flack” y “Testament”), mientras que “Auntie’s Lock/Infinitum”, en vez de palabras, cuenta con la voz encantadora de Laura Darlington; pero durante todo el disco se siente la presencia de una persona…Un fenómeno similar a cuando hay interferencia en las frecuencias radiofónicas, no tan fantasmal pero bastante psicodélico. A pesar de que la producción corre a cargo de Flying Lotus, quien hizo la masterización fue Daddy Kev (uno de los fundadores de Low End Theory, jefe y fundador del sello Alpha Pup Records y una figura importante para la escena musical angelina) y en algunas canciones participan artistas como: Matthew David (“Golden Diva”), The Gaslamp Killer (“GNG BNG”) y Samiyam (“RobertaFlack”).
Si bien Los Angeles es un tributo a la ciudad que habita Fly Lo’ y a la comunidad de artistas que ha hecho posible que florezca la escena del beatmaking, el disco también es un homenaje a la tía de Steven Ellison, Alice Coltrane. Un año antes de que fuera publicado ‘Los Angeles’, Alice Coltrane falleció debido a una falla respiratoria. Ella fue una persona muy importante para Steven Ellison, ha sido una influencia espiritual para el camino artístico de Flying Lotus y está presente en Los Angeles: en “Auntie’s Harp” hay sampleos de ella tocando el arpa y la última canción, “Auntie’s Lock/Infinitum”, es una referencia a su querida tía que, de alguna manera, funciona como una despedida involuntaria. A 10 años que haya sido lanzada esta hipnosis queda claro el impacto que tuvo este álbum para músicos alrededor del mundo, en especial para aquellos que habitan el entorno referido en el título.
Hoy en día no se puede hablar de la música en Los Ángeles sin mencionar a Flying Lotus y tampoco hablar de él sin platicar de su ciudad…Ojalá que pronto saque otro disco para seguir conversando sobre ambos temas, mientras tanto podemos escuchar sus discos, ver su película, consultar su disquera o manejar en GTA V oyendo su estación de radio…