TCF 2020: ‘Alguien en algún lugar’ y encuentros inesperados
A veces la vida sucede tan rápido que no hay tiempo de mirar a nuestro alrededor, de darnos cuenta que en cada encuentro vive una posibilidad para conectar: con otra persona, con nuestro entorno… con nosotros mismos. Alguien en algún lugar nos lo recuerda.
Esta película nos habla a través de las historias de Mélanie y de Rémy. Ella es una joven parisina que parece tenerlo todo — un trabajo que la apasiona, estabilidad económica, una linda casa. A diferencia de él, quien cambia de trabajo y está distante a su familia desde que salió de la provincia francesa para vivir en la capital. Ambos se encuentran perdidos en sus vidas personales: inmóviles ante las emociones y sus procesos personales, lo cuál los lleva a probar la terapia psicológica.
A partir de sus primeras sesiones, acompañamos a Mélanie y Rémy en la búsqueda de su propia identidad, en su lucha por recuperarla y recuperarse, cada uno de distintas formas y con sus tropiezos, por supuesto. Aunque no se conocen entre ellos, comparten una pared que divide sus departamentos. ¿Será que esta conexión los fortalece para seguir adelante?
Un reparto entrañable encabezado por Ana Girardot y François Civil, acompañados por los grandes François Niney, François Berléand y Pierre Niney hacen de la reflexión incluso más amena. Su desarrollo de personajes tan honestos como conmovedores nos recuerdan que las películas pueden funcionar muy bien con el retrato de personajes como tú y como yo: humanos, al final.
No es la primera vez que el director francés Cédric Kaplisch nos cuenta estas historias: en su imperdible trilogía del Albergue Español (El albergue español, Muñecas rusas y Mi vida es un rompecabezas) también utiliza la comedia como herramienta para hablar sobre lo difícil que es sentirse perdido o perdida en el mundo, buscando los espacios que podemos habitar y hacer nuestros.
Tal vez uno de los aspectos más destacables de Alguien en algún lugar es la manera en la que trata con la salud mental: sutilmente pero con claridad de decir que no hay que tenerle miedo a pedir ayuda, pues no se pierde nada con probar. Es un tema importante que, sorprendemente, se sigue sin ver mucho en el cine. Siguen existiendo muchos tabúes alrededor de la salud mental y la psicología, pero sobre todo en un mundo donde abunda la incertidumbre y los miedos mientras nos enfrentamos a una pandemia global, el mensaje es más relevante que nunca.
Hoy más que nunca se siente colectivamente la necesidad de conexión — sea en los recuerdos de la vida presencial o en las reuniones virtuales — una situación que tarde o temprano quedará en el pasado pero en la que, por lo pronto, podemos buscar el abrazo al corazón que es ver la película de Alguien en algún lugar.