Sueño en otro idioma: la pérdida de la lengua
Cada dos semanas desaparece una lengua y, con ella, una cosmovisión única.
La lengua representa una identidad cultural y, también, es el reflejo de lo que cada cultura considera valioso. Aprendemos a interpretar nuestra realidad mediante el lenguaje y por lo tanto, le damos sentido a las cosas cuando las nombramos. La diversidad es infinita, desde lenguas indígenas, que no hacen uso del singular y siempre habla de “nosotros”, hasta un inglés donde no existe diferencia entre el “te quiero” y “te amo”, nos es difícil imaginar cómo sería expresarnos sin ciertas palabras que son tan significativas para cada lengua.
Aun así, se estima que se perderá alrededor del 43% de las 6000 lenguas que se conocen. Es por ello que el director veracruzano Ernesto Contreras, con su película Sueño en otro idioma, nos recuerda lo importante que es la preservación de la lengua.
“Un poético filme mexicano que presenta preguntas filosóficas acerca de lo que se pierde cuando un lenguaje - y por extensión la memoria de nuestros ancestros – desaparece”.
Peter Debruge de Variety.
En la película, un lingüista lleva a una comunidad a estudiar cicril (lengua inventada exclusivamente para la película). Este lingüista se encuentra con Evaristo (Eligio Meléndez) e Isauro (José Manuel Poncelis), los dos últimos hablantes del cicril, quienes a pesar de haber sido antes amigos íntimos, han pasado 50 años rehusándose a dirigirse la palabra.
Al ser las únicas personas que hablan la lengua, la trama se basa en que resuelvan su conflicto para lograr un diálogo entre ambos personajes y que la lengua permanezca viva. Simultáneamente observamos una historia de amor y rencor, alternando entre el pasado y el presente. La idea se origina por una nota periodística acerca de un acontecimiento similar que se dio en la región de Tabasco, reconociendo que la pérdida de la lengua es una realidad y no sólo una idea que vive en el imaginario del director.
A lo largo de la historia, caemos en cuenta de la prioridad que se le da a otros idiomas por la globalización y cómo se deja de lado a las lenguas maternas, en este caso indígenas. Las nuevas generaciones no muestran interés por seguir transmitiendo esta tradición y se concentran en aprender inglés o español por una necesidad de entrar a la vida laboral. La emotiva trama reconoce la amenaza de la extinción de lenguas y cómo esto significa una tremenda pérdida de riqueza cultural.
En México, las lenguas indígenas corren el riesgo de desaparecer por la marginalización y exclusión que viven las personas de origen indígena que se genera al hablar su lengua maternas. Hemos aprendido a menospreciar la diversidad y a permanecer indiferentes ante este fenómeno que invisibiliza y borra a los pueblos originarios.