‘Nine’ de Sault: Un recorrido por los barrios londinenses
Cuando hablamos de Sault siempre se trata de misterio. Su anonimato nos ha mantenido a la expectativa desde que lanzaron su primer material en 2019. A partir de ese momento la agrupación ha publicado dos discos por año, sin previo anuncio ni adelanto, sus álbumes aparecen como por arte de magia.
El caso de su última entrega fue diferente; tuvimos un pequeño indicio en sus redes sociales que nos decía que podíamos esperar nueva música. Sault publicó en su cuenta de Instagram una imagen con un fondo negro y la palabra “Nine” escrita al centro.
Pero así de breve como fue la sorpresa de que Sault estaba por estrenar nuevo material, sería la caducidad de este, ya que el pasado 25 de junio salió Nine en diferentes plataformas bajo la advertencia de que únicamente estará disponible en streaming durante 99 días.
Parecido a lo que ha sucedido con proyectos como Burial y Daft Punk, sabemos muy poco acerca de las mentes maestras que se encuentran detrás de Sault. Sin embargo, hay algunos nombres que han aparecido en los créditos de sus álbumes, por ejemplo, el productor inglés Dean Josiah Cover, mejor conocido como Inflo.
También hemos escuchado voces como la de Michael Kiwanuka, la cantante Cleo Sol y Melisa Young (Kid Sister), quienes también han estado involucradxs en la composición de sus discos. Fuera de esos pequeños detalles lo demás sigue siendo un misterio, lo que es un hecho es que la música de Sault habla por sí sola.
Definitivamente Nine es el álbum más crudo y oscuro de Sault. A lo largo de su carrera, el hilo conductor que ha definido la música de la agrupación ha sido la negritud: desde el orgullo que existe en torno a su comunidad, hasta la discriminación e injusticias que les atraviesan.
En sus primeros álbumes escuchábamos gritos de orgullo, celebraciones y obviamente algunas denuncias. En Nine, nos encontramos con las realidades más crudas de ser negro o negra en un mundo que está hecho para blancos. Esa crudeza no sólo recae en las letras, sino también en el sonido.
En materiales anteriores teníamos ritmos más funky, siempre siguiendo una línea que va desde el R&B, el soul, el afrobeat y el gospel. En esta nueva entrega se han mantenido esos sonidos pero de manera más sombría: tenemos canciones con bajos distorsionados, voces menos melódicas, percusiones estruendosas y letras menos esperanzadoras que reflejan la vida en los barrios londinenses.
El álbum comienza con “Haha”, cincuenta segundos de puro “jajaja”. Una canción que a través del gospel nos transporta a la infancia: un patio de escuela, el coro de una iglesia o un salón de clases. Sin embargo, es una trampa, pues cuando termina este primer track nos damos cuenta que no todo son risas.
Con “London Gangs” y “Trap life” nos adentramos a lo que será el resto del álbum: racismo, desigualdad social, violencia y brutalidad policial. La primera nos habla de cuando tu vida está definida por un código postal… de pronto nos encontramos en un tiroteo entre pandillas, ajuste de cuentas en donde percibimos un Londres en donde no se vive, sino se sobrevive. En la segunda penetramos aún más el East London y una vez más encontramos un fuerte contraste: voces infantiles y melodías animadas pero letras oscuras y pesimistas: “No confiamos en la policía/Dime quiénes son los que están disparando”, repite un coro a lo largo de la canción.
Ego, mentiras, cambio, miedo, ira y llanto son las palabras que se repiten a manera de mantra en “Fear”, una pista experimental que marca uno de los momentos más tensos del álbum.
“Y ese fue el día que descubrí que mi padre había sido asesinado”, narra Michael Ofo en “Mike’s Story”.
Definitivamente esta es la pieza más conmovedora del álbum. Sin necesidad de música, escuchamos la voz en off de un hombre que narra despertar en la madrugada por el llanto de su madre.
“Alcohol” es una carta de desamor, un soul romántico y seductor que parecería estar dedicado a una persona y no a una droga. Con una base de lo-fi hip hop, en “You from London” escuchamos a Little Simz tirando rimas relajadas. Acompañada de un saxofón escuchamos a la rapera simulando una conversación con alguien: risas, desahogos, slang y muchos localismos.
Con los dos últimos tracks del álbum encontramos la luz al final del camino. Después de un recorrido lleno de miedo, coraje y desesperanza, aparece la voz que nos dice que todo irá bien. “9” es un himno de libertad que nos invita a quitarnos las cadenas y soñar.
En “Light’s in Your Hands” escuchamos la voz de Cleo Sol con un sonido muy soul/gospel, acompañada de un coro de mujeres y un piano que desemboca en un final muy cercano al jazz. La canción termina con un estremecedor soliloquio en donde escuchamos acerca de la ambivalencia de crecer en el gueto londinense; por un lado, te brinda una identidad y un fuerte sentido de pertenencia, por el otro, se vive con miedo y ansiedad al no saber si un día saldrás de casa para no regresar nunca más.
Sólo con leer el nombre de las canciones que conforman el álbum sabemos que ser una persona racializada en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo no es nada fácil. Sault regresa con música que acompaña y entiende a la comunidad negra en Londres pero también en el resto del mundo. Sin embargo, para las y los que no pertenecemos a esa comunidad, Nine es un llamado a abrir los ojos y darnos cuenta de lo que pasa fuera de nuestro privilegio.
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