Salvajismo Sensible: Godspeed You! Black Emperor en SALA
Era difícil imaginarse un concierto de Godspeed You! Black Emperor en México. La banda exige cierta concentración y salvajismo que sería difícil ajustar a alguna presentación: ¿debería ser en un venue regular? ¿en un teatro? ¿el sonido será perfecto? ¿México o la banda estarán a la altura del otro? Al final, Sala Corona fue el lugar elegido (tal vez no el mejor) y el sonido fue aplastante, durísimo y ecualizado de forma más allá de adecuada. Los oídos de los asistentes aún zumban notas del placer purísimo que fue ver a esta agrupación canadiense.
La expectativa era palpable y minutos antes de que el grupo saliera, los gritos y aplausos se hacían notar. Una vez que la banda tomó el escenario (el líder, Efrim Menuck, fue el último en salir) sucedió algo extraño: los asistentes exigían un respetuoso silencio. No importa si estabas hablando con alguien de forma molesta, si aplaudías o si gritabas porque tu banda favorita estaba en el escenario, el público decidía callar todo sonido que no fuese emitido desde los instrumentos. Algo un poco fascinante.
GY!BE fue un sueño. No obstante, fue un sueño violento, uno donde el paisaje más bello se iba resquebrajando lentamente con furia. Comenzaron la sesión con “Hope Drone”, cuyo nombre indica un corte ambiental, preámbulo para el festival sonoro que seguirá a continuación. Los tres movimientos de “Bosses Hang”, de su más reciente álbum Luciferian Towers, se hicieron presentes y dejaron en claro por qué son los reyes del controversialmente acuñado “post-rock”: sensibilidad épica y una progresión que provoca lágrimas. Es como ver una ballena dar el más desgarrador de los cantos, hay algo muy bello en la tragedia del mundo contemporáneo, y GY!BE sabe proyectarlo en música instrumental.
Con furia, el conjunto canadiense siguió con rolas de su más reciente disco. “Anthem for no State” y “Undoing a Luciferian Towers” sonaron con la perfección legendaria que los caracteriza. El inesperado final llegó con dos clásicos: “Moya” y “BBF3” de su primer EP con Constellation Records: Slow Riot for New Zero Kaneda. A través de su concierto, Godspeed You! Black Emperor demostró que no se necesitan usar palabras para mensajes profundamente políticos, no se necesita la interacción con el público para hacerles saber su agradecimiento, y no se necesita un grandioso show (varios integrantes se mantuvieron sentados en sillas mientras tocaban) para dar algo memorable e inolvidable.