Radio Piporro y los nietos de Don Eulalio: sobre lo movedizo de la identidad
Personaje que definió la idea del ranchero del norte a partir de su participación en la radio, el cine y la música, Eulalio Guzmán, “El piporro” es el pretexto para que Víctor Hernández escribiera una dramaturgia que va del falso documental a la autoficción en unos ires y venires que no siguen una lógica racional pero sí un entramado de diálogos y acciones que ponen en cuestionamiento: ¿Cómo conformamos nuestra identidad?, ¿qué elementos nos configuran?, ¿por qué sentimos orgullo de ciertos rasgos identitarios?.
Radio piporro y los nietos de Don Eulalio es una obra de teatro en la que dos supuestos nietos del Piporro nos narran la vida del ídolo definiéndolo como un dios y saltando entre disparates que entre líneas hacen críticas muy serias sobre el orgullo de pertenecer al norte del país.
Roberto Cazares actor de este montaje en entrevista con ibero 90.9 nos cuenta:
“A través de las ondas cosmogónicas de la radio van introduciendo al público a lo que se plantean un montón de temas como la violencia en la frontera, el origen de la familia de Víctor, quiénes son sus abuelos, padres y madres, sus herencias emocionales y enfermedades de la psique”, contó Cazares.
La autoficción es un género que más allá de hacernos conocer la vida de quien escribe, nos permite jugar con la idea de que la memoria es selectiva y difusa, a través de ésta configuramos nuestra visión y narración sobre lo que el mundo es.
Así, la identidad se nos presenta como un cúmulo de experiencias cotidianas, pero también de productos que consumimos y engullimos como propios, que muchas veces nos hacen defender proyectos políticos de los cuales no necesariamente estamos conscientes.
“En este tiempo que he trabajado con Víctor [Cázares]: ¿Qué es sentirse orgulloso de ser oriundo de un lugar? [..] Una de las perspectivas que planteamos es poner en jaque la premisa del arquetipo del norte como lo fue el personaje de Piporro. […] Hemos investigado algunas entrevistas sobre Piporro y él decía que al crear el personaje la crítica especializada comenzó a encasillarlo como un máximo referente de lo que es ‘ser norteño’. Luego planteamos en la obra que tal vez, Eulalio no quería quedarse en esta imagen”, enunció Cazares.
No busques sentido cronológico ni racional en esta obra, sino la magia de los “entres”, es decir, lo que subyace entre lo dicho, bailado y expresado en el cuerpo, no habrá ninguna conclusión moral ni directa pero sí una invitación a cuestionar los cimientos de lo que definimos como nuestra identidad.
También la invitación a traspasar los límites a través de la burla, la risa y el absurdo que pueden ser vehículos para la crítica y el reconocimiento propio.
Radio piporro y los nietos de Don Eulalio se presentará hasta el 23 de julio en el Teatro “El Galeón” en el Centro Cultural del Bosque.
Escucha la entrevista completa aquí:
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