Mew y 15 años de nostalgia
¿Amigos o desconocidos? Cuando se termina una relación amorosa esa es la pregunta que ronda en la cabeza de una persona frente a la decisión de conservar a ese alguien especial en su vida o preferir no volver a frecuentarla. Hace quince años Mew realizó un disco para describir en sus letras los diferentes sentimientos que uno confronta en su habitación mientras intenta sobrevivir a esa ruptura y encontrar un nuevo sentido. Frengers: Not Quite Friends, But Not Quite Strangers definitivamente marcó a una generación y prueba de ello son las dos fechas agotadas en el Plaza Condesa, lugar en donde comenzaron su gira, para tocar el disco de principio a fin.
El Frengers, al ser el primer disco comercial de la banda –más de la mitad de las canciones ya habían sido lanzadas en dos producciones anteriores, sin embargo, para el 2003 se re-grabaron para este disco–, contaba con la alineación original de Mew: Jonas Bjerre (guitarra, voz, piano y sintetizadores), Bo Madsen (guitarra), Johan Wohlert (bajo) y Silas Utke (percusiones). Más tarde, Johan se tomó un tiempo de la banda y regresó en 2014, mismo año en el que Bo decide terminar su carrera con los daneses por completo, así que la expectativa por ver quiénes ocuparían el escenario era latente. Con grata sorpresa recibimos sumados a los tres Mew originales a Nick Watts en los teclados y a Mads Wegner ocupando el lugar de Bo en la guitarra principal.
Quince años se dicen fácil pero la realidad es que del Frengers a la fecha han pasado muchas cosas para la banda, desde los cambios en sus miembros, los descansos necesarios, la madurez en sus nuevas letras, y claro, cuatro álbumes más. Pero aunque la edad ha pasado por sus rostros, Mew parece estar en su mejor momento, el momento de la nostalgia. Imagina el sentimiento de escuchar a cientos cantar verso a verso las primeras canciones que alguna vez formaron a tu banda, mismas de las cuáles no habías tocado un sólo acorde en más de una década. Tanto para Mew como para la gente presente fue un show sumamente emotivo.
Directo y sin rodeos, la banda comenzó a las 9:00 en punto, sin un acto abridor. Comenzaron con “Repeaterbeater” uno de los sencillos más conocidos de su carrera y continuaron por otros cuarenta minutos llenos de éxitos como “Special” y “Louise “Louisa”. Mew comparte un viaje no solo sonoro sino también visual. Es inmersivo y envolvente. Hipnotizante. El Plaza se encontraba en medio de visuales bizarros, como si estuviera dentro de un kaleidoscopio. Sin olvidar la voz tan peculiar que caracteriza a Jonas quien desde el inicio ya compartía micrófono con el público; cuando terminó el set a mi alrededor pude contar varias personas con el corazón en la mano y la emoción escurrir a través de sus lágrimas.
Después de un interludio de 10 minutos, los Mew regresaron al escenario para tocar el Frengers completito. Lo que pasó ese día fue histórico, fue una oda al recuerdo. Ni una más ni una menos, todos quedaron satisfechos y con ganas de una tercera hora de concierto. Si algo demostró Mew esa noche fue un séquito y una carrera bien consolidados. Quince años de muchas canciones favoritas, aquellas que marcaron sus vidas y las de sus fans por tanto tiempo.
Setlist:
Repeaterbeater
Special
The Zookeeper’s Boy
Satellites
Candy Pieces All Smeared Out
Count To Ten
Apocalypso
Saviours of Jazz Ballet
Louise Louisa
FrengersAm I Wry? No
156
Snow Brigade
Symmetry
Behind The Drapes
Her Voice Is Beyond Her Years
Eight Flew Over, One Was Destroyed
She Came Home For Christmas
She Spider
Comforting Sounds