Las dos carreras
El sol en pico. Todo lo demás, fue especulación. Tláloc no se hizo presente en el Gran Premio de México. La épica tendría que salir bajo Tonatiuh que reinaba a lo largo de la Magdalena Mixhuca. Finalmente, las prácticas. Las clasificaciones se convertían en el sustento para emitir un veredicto, que al final se presiente: hay dos carreras: la de los grandes y la otra para ser "The Best of The Rest".
Desde el comienzo, Ricciardo gozó poco la pole. Verstappen y Hamilton adelantaron al australiano y en un principio, el joven de Red Bull se hizo con la punta seguido por el británico. Detrás, el embrollo entre Vettel, Raikkonen y Bottas.
Como nota, uno de los hombres con más aclamación desde el principio, dada su circunstancia de despedida, ni siquiera terminó la primer vuelta: Fernando Alonso quien de nuevo le decía adiós al Gran Premio de México de manera temprana.
Conforme los autos se establecieron en una constante, era cada vez más notorio que los seis primeros pilotos aparecían en un encuentro. El sueño terminó y "Checo" Pérez no sólo se quedó sin puntar, sino que terminó la carrera en la vuelta 39, junto a Carlos Sainz y al asturiano, lo que dejó el espacio a Nico Hulkenberg, Charles Leclerc y Kevin Magnussen dentro de las posiciones de puntos.
El agarrón entre los primeros dos pilotos tuvo momentos, que aunque en el papel se vislumbraran insuficientes, para la vuelta 47, se parecía congelar la posibilidad de una coronación. Daniel Ricciardo en el intento de un rebase, sacó de la pista a Hamilton quien tras rozar el asfalto y luego la yerba, perdió control del vehículo por unos segundos, aunque regresó a la pista, sólo bajando una posición ante el australiano. Apenas unos segundos después, Valteri Bottas terminó con la misma suerte en un pique con Kimi Raikkonen.
En la misma carrera principal, la de los ganadores factibles, las 45 vueltas de Daniel Ricciardo cobraron una factura bastante cara y no resistió para pensar en el 1-2 de Red Bull. En cambio, los Cavalinos adelantaron y Sebastian Vettel junto a Kimi Raikkonen, armaron el podio con un Verstappen que retomó el dominio que mostró durante las primeras tres prácticas. Pero la nota, al igual que en 2017, no cayó en el podio, sino un lugar después: Lewis Hamilton se dio el lujo de no subir a los tres primeros y aun así, proclamarse campeón del mundo por segundo año consecutivo y por quinta vez en su carrera. En la otra carrera, gracias al abandono del australiano, Nico Hulkenberg, se llevó la sexta posición, más de lo esperado para "the rest". Más como mexicano, que como periodista, no puedo evitar de pensar que "Checo" pudo haber conquistado ese lugar.
Los trofeos se entregaron: Max, Sebbi y Kimi. Para Lewis, sólo el consuelo de que en dos carreras, termine como termine, no habrá nadie arriba de él.