Eilish: tres veces Billie
En menos de cinco años, Billie Eilish se ha convertido en una de las estrellas pop más grandes del planeta. Con menos de 20 años, la cantante norteamericana ya cuenta con un álbum que ha explotado en las listas mundiales como un éxito mediático y comercial. Ha sido nominada en múltiples categorías a los Grammy 2019, fue nombrada la Mujer del Año en los Billboard de este año y apenas hace unos días ganó como Artista Alternativo Favorito y Artista Nuevo del Año en los American Music Awards. Además, ha acaparado de manera incesante las portadas de cientos de revistas con su imagen de pelo teñido, ojos expresivos y cierto desenfado adolescente.
En 2017, en los inicios de su popularidad, Eilish tenía solo 15 años. Su primer roce con la fama ocurrió cuando su sencillo "Ocean Eyes" se volvió extremadamente popular en las plataformas digitales. Para el 2018, muchas cosas ya habían cambiado. La principal, la preparación de su álbum debut, uno que alteraría el curso de su carrera de forma definitiva.
Un año después, a sus 17 años y a nueve meses del lanzamiento de su aquella primera producción When We All Fall Asleep, Where Do We Go? —que se ha convertido en el álbum más vendido del año—, Billie se sienta por tercer año consecutivo con la revista Vanity Fair para evaluar el estatus y alcance de su carrera, la evolución de su estilo y, por supuesto, de su vida personal.
Lo que vuelve fascinante a la dinámica entre Vanity Fair y la originaria de Los Angeles es la franqueza con la que retrata la evolución de Billie, la cantante, y Billie, el fenómeno. Pocas veces tenemos oportunidad de percibir de manera tan clara y eficiente la transformación de un artista y su carrera en tan corto tiempo, sobre todo tratándose de una estrella en ascenso.
Al igual que muchas estrellas del pop de hoy, el mayor impacto de Eilish se puede ver en las redes sociales. En su primera entrevista con la revista de moda y entretenimiento, la pequeña cantautora de 15 años tenía 257 mil seguidores en Instagram. Para sus 16, creció exponencialmente a 6.3 millones y ahora a 40.6 millones… y contando. Otra cosa que denota, no solo el crecimiento de su popularidad, sino sus nexos con su industria, son los grandes nombres con lo que cuenta la lista de contactos de su celular. Durante su primera entrevista, la cantante de “Bad Guy” consideraba al artista de R&B, Khalid, como la persona más famosa en su teléfono. Ahora cuenta con todo un catalogo de celebridades a su alcance que incluye a Drake, Ariana Grande y su adorado Justin Bieber.
Al preguntarle “¿qué es lo más importante que ha sucedido en tu carrera hasta ahora?”, una joven Billie recuerda ser nombrada como “Up Next Artist” de Apple en 2017, mientras que en 2018 su respuesta parece humilde a comparación de todos los espectáculos y presentaciones que dio ese año en los más grandes festivales de verano. Ahora, en 2019, Eilish se ríe de lo mal que estaba su piel el año anterior y enumera sus nuevas conquistas, como abrir la nueva temporada de Saturday Night Live, agotar los boletos de su gira mundial, obtener la portada de Rolling Stone y tener el álbum más vendido del año.
Pero Billie Eilish no solo ha tenido la oportunidad de reflexionar sobre el enorme crecimiento de su carrera en este repaso de tres años que han definido sus intervenciones con Vanity Fair. También ha podido mirar atrás respecto a su vida personal y hasta su estado anímico. Cuando le preguntaron una vez más qué es lo más importante para ella en este momento de su vida, previamente Eilish había respondido que el amor de sus fanáticos; luego, terminar de escribir su primer álbum, pero ahora, este año, habla sobre la importancia de mantener su felicidad. "Lo cual es algo que he estado experimentando por primera vez en muchos años", dice, con una sonrisa que destaca en comparación a sus entrevistas anteriores donde parecía más tímida o desanimada.
La cantante preocupó un poco a sus fanáticos el año pasado cuando afirmo que todos los integrantes de la industria de la música, incluida ella misma, se encontraban “extremadamente tristes todo el tiempo”. Ahora, un año después, se retracta, incluso disculpándose por su respuesta anterior.
"Creo que lo que hacemos es algo hermoso, pero también puede llegar a ser muy difícil y mucha gente no se da cuenta de eso, es por eso que dije eso".
Algo verdaderamente importante en su evolución personal también es la percepción que tiene ahora sobre sí misma, asegurando que se siente más segura, hecho que demuestra incluso con su actitud frente a la cámara. También confiesa que si bien ya no puede salir en público tanto por la reacción desenfrenada del público —algo que le afectaba de manera notoria en años pasados—, ahora ya no le importa que la reconozcan pues es consciente de todas las obligaciones que vienen con la fama y se siente agradecida por ello, aún cuando se trata de una fama que jamás pensó que alcanzaría un nivel tan masivo.
"En aquel entonces pensé que eso iba a ser lo más famosa que iba a ser", reflexiona Eilish sobre su entrevista de 2017. "El éxito no es qué tanto te conoce la gente, es cómo te miran. Realmente no pensé que a la gente le importaría tanto lo que hago".
Y a pesar de que sigue siendo la misma exacta entrevista que los años pasados, con las mismas preguntas y el mismo cierre con un abrazo de su madre, la Billie Eilish de ahora es distinta a sus avatares de los años anteriores. Es notorio su crecimiento personal, paralelo a su despunte como astro de la escena musical actual. “Me gusta ser famosa, es muy extraño pero también es genial”, asegura y los fans siguen pidiendo en los comentarios al video de YouTube —que en menos de 24 horas ya cuenta con más de 11 millones de vista— que la entrevista con Vanity Fair se vuelva un acontecimiento anual.