"No me interesa hacer lo que ya están haciendo otros": José Manuel Aguilera en El Impala
¿Todo coincide por una vez? ¿Una canción, las voces, las heridas, el temor irracional, la espesa liviandad?
Todo. Una canción que cobra vida al lado de quien la escucha. Resucitar. Tan simple y complejo como la “Astronomía”. Este es el nombre de la cuarta canción del álbum Lo Eterno para la que acaba de lanzar video una de las bandas más trascendentes del rock mexicano: La Barranca.
Esta canción habla de la relación que existe entre las canciones y quien las escucha.
En “días apocalípticos” de humeante contaminación en la Ciudad de México, su fundador y líder, José Manuel Aguilera, visitó la cabina de Ibero 90.9 para abordar El Impala, bajo la conducción de Daniel Maldonado, con quien conversó entre otros temas sobre lo que Maldonado llamó un “rock elegante e introspectivo” en tiempos de tendencia hacia lo fácil, banal, sencillo e incluso vulgar, dentro de la industria musical. ¿Cómo mantenerte firme?
“No me interesa hacer lo que ya están haciendo otros. Sería redundante. Creo que ya hay muchos grupos que son chistosos y hasta usan máscaras. De eso ya hay mucho. A mí me interesa ofrecer otra cara de la música, que existe, que no inventamos nosotros, pero en la que creo y en la que por ahí van también muchos de los músicos que yo escucho”, dice Aguilera.
En este país, añade, como que hay un temor a tocar ese tipo de lados de la música, “porque está muy asociada con lo festivo o el desmadre pero eso es como sólo una parte, no sólo de la música sino de la realidad”.
La realidad está compuesta de blanco y negro con miles de grises en medio, enfatiza. “Y a nosotros (La Barrnca) nos interesa caminar caminar por otros lados por donde no caminan otras banda y además es un gusto personal. Es la música que a mí me interesa oír y hacer”.
Escucha a continuación la conversación completa de Daniel Maldonado con José Manuel Aguilera, donde hay referencias a los insectos como joyas vivas, el proceso de la composición o el armado de un disco y… el tiempo.
