Homenaje póstumo a Nelly Moreno en 6/8
MULA, la "banda de Chapinero" (localidad de Bogotá muy céntrica y donde germinan algunos de los experimentos musicales más encriptados de Bogotá) prepara lo que será su cuarto trabajo de estudio donde recogen las exploraciones ruidistas de uno de los discos más destacados de 2017, Resiliente (Matik Matik Discos, 2017) y la estructura de canción instrumental de los discos anteriores De carga pesada y patada fina (Festina Lente, 2014) y Sobandero (Festina Lente, 2016).
El sexteto liderado por Santiago Botero, es una banda de rock instrumental con grandes tendencias hacia la improvisación, lo que deja entrever una sutil influencia del jazz. Sin embargo, que las voces son remplazadas por los vientos, genera una melodía mucho más familiar a las improvisaciones de los saxofones en este género.
Homenaje póstumo a Nelly Moreno en 6/8 es un guiño a la música del mariachi, Albert Ayler (legendario saxofonista estadounidense) y la televisión colombiana de los años 80, en especial a una de las actrices ícono de la novela del medio día. Desde sus cambios de ritmo que emboban, el poder del saxo de Mange Valencia y un ensamble que cada vez suena mejor, nos presentan la tercera entrega de las Sesiones In-Correcto.
Pero ¿Quién era Nelly Moreno?
Nelly Moreno es una actriz colombiana. Digo es porque a pesar de que la canción de la agrupación MULA tenga el mote de “homenaje póstumo”, Nelly Moreno sigue vivita y coleando. Nelly fue de esas súper estrellas nacionales latinoamericanas a las que su fama les dio para hacer de todo: Desde actuar en la primera película erótica colombiana (Erotikón, Ramiro Melendez 1981) hasta ser senadora de Colombia.
Desde los 25 años, fatigada con la vida que llevaba por culpa del glamour, Nelly afirmaba: "yo ya lo tenía todo: fama, reconocimiento, dinero, pero aun así no me sentía plena, algo me faltaba”. Desde ese entonces no volvió a ser la misma. La vida de la fama no la satisfacía y años más tarde, decide poner fin a su carrera como actriz para dedicarse a la palabra divina. En 1998 Nelly Moreno es elegida para ser representante a la cámara, venciendo los estigmas de una sociedad machista, como bien lo relata ella: "Fue difícil. La gente pensaba: mujer en campaña es bruta, actriz, doblemente bruta y cristiana, caso perdido”. Una vez acabó su periodo, se mudó a Miami para cumplir el sueño americano. Aquella muchacha que a los 18 años hacía filmes eróticos, ahora vive una vida tranquila y es pastora de la iglesia Walking With Jesus Daily.
Nelly no está muerta, pero enterró el demonio que había en ella. Esta canción de MULA es un homenaje a esa Nelly libertina y juguetona. Un homenaje a todas esas estrellas que rozan con su jopo a satanás y arrepentidos alucinan con ver a Dios tomando cereal en su cocina. Un homenaje a todos los corazones rotos y calzones sucios que generó su romance lésbico en Erotikón.
