Wes Anderson ya es referente e ícono en el cine contemporáneo y nada nos puede hacer más felices que la llegada de una nueva película de este maestro del orden, la simetría y el color, estilo que caracteriza las numerosas películas que ya existen en su haber; sin mencionar, claro, la presencia de Bill Murray quién prestó doblaje para “Boss”, un personaje de “Isla de perros”, y también como M. Ivan en “Gran hotel Budapest”, siendo la más importante de todas sus apariciones la de Steve Zissou.

Esta vez, Wes Anderson aparece como Arthur Howitzer Jr, el jefe de una revista llamada The French Dispatch que a su vez está inspirada en el amor de Anderson por la revista The New Yorker.

Es así como una serie de historias encarnadas en los personajes dan lugar al groso de la película, empezando por el prólogo, en manos de Herbsaint Sazerac (Owen Wilson), para después dar lugar al trío de relatos periodísticos narrados por los distintos personajes que trabajan para la revista.

J.K.L Berensen (Tilda Swinton) con una meta-historia sobre un artista preso del amor de su musa, quien es también su celadora en la cárcel. Lucinda Krementz (Frances McDormand) ayuda a un joven revolucionario encarnado por Timothée Chalamet a escribir un manifiesto en favor de la juventud estudiantil a través de un juego de ajedrez. Roebuck Wright (Jeffrey Wright) cuenta la historia de un importante personaje llamado Nescaffier, quien es el chef de una cárcel de alta seguridad y que al final juega un papel importantísimo, siendo un peón y a la vez un héroe.

Esta última historia goza de una muy elocuente animación en 2D que recuerda a las transiciones y movimientos de Isla de perros, antecesora de The French Dispatch y también cuenta con una ambiciosa producción que se agradece a todas luces, pues nada gusta tanto en la pantalla de una sala de cine como el genio de un hombre retratando su amor y admiración al periodismo. Crónica Francesa, nombre dado en México a esta película, es una evocación nostálgica de un Wes Anderson más joven sentado a la luz de una ventana con una revista que lo acompañó desde sus inicios creativos hasta ésta, su última película que es una de las joyas más brillantes de esta edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia.

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