Entrevista con un extraño llamado Jorge Ramos
Es probable que, en este preciso momento, algún jornalero, u obrero, se esté despidiendo de su familia. Con un beso en la frente y un abrazo fuerte, les dice al oído que los ama y que recen por él. El escenario: Salvador, Honduras, Guatemala, o México. De esta situación está consciente el periodista y escritor Jorge Ramos, quien desde hace 35 años dejó México en busca del sueño americano.
Era 1983 y Jorge había decidido partir hacia los Estados Unidos. En un escenario muy distinto al de cientos de miles de inmigrantes mexicanos y centroamericanos, Ramos saldría de México para huir de la censura. “Yo no quería ser un periodista censurado y yo sabía que México se iba a tardar muchos años en llegar a ser verdaderamente democrático y por eso me fui”, dice el periodista mexicano en entrevista para Ibero 90.9. Un encuentro realizado con motivo de la publicación de su más reciente libro “Stranger. El desafía de un inmigrante latino en la era Trump”.
En México cuando algo sale mal las personas recurren al mismo consuelo: vendrán tiempos mejores. Para Ramos este dicho dejo de aplicar desde hace unos cuantos años cuando los escoltas del magnate y en ese entonces, candidato a la presidencia de Norteamérica, lo sacaron de una conferencia de prensa. “Yo entiendo la censura que existe en México o en países que tienen una dictadura, pero Estados Unidos tiene la Primera Enmienda de la Constitución que te da absoluta libertad de expresión y absoluta libertad de prensa y nunca me imaginé, -alguna vez un guardaespaldas de Fidel Castro impidió que yo le siguiera haciendo preguntas al dictador cubano-, pero nunca me imaginé que en los Estados Unidos me iban a correr de una conferencia de prensa solo porque quería hacer una pregunta”.
El multimillonario Donald Trump no estaba dispuesto a tolerar a Ramos, no por las preguntas que tenía preparadas, más bien, por el hecho de que es mexicano. “Creo que nunca seré suficientemente norteamericano para muchos americanos y para Donald Trump no era suficiente norteamericano por eso me sacó. Dudo que él hubiera hecho lo mismo con otros periodistas de cadenas estadounidenses y ese es el sentir del libro, que me siento yo y millones de mexicanos como strangers, que es una combinación entre ser extraño y ser extranjero, en donde ya no somos bienvenidos a pesar de vivir 35 años ahí. Te hacen sentir que tú no perteneces a ese país y que tú te tienes que largar”.
En la actualidad hay quienes piensan que Jorge Ramos dejó de ser mexicano y en Estados Unidos la mayoría no lo considera norteamericano. En los dos países se siente un extraño. No por esto deja de involucrarse en la política de los dos países: le preocupa el racismo que se vive en el país donde radica y la violencia mexicana que no para. Esta es la vida y visión del periodista que salió de México en busca de una mejor vida.
“Hemos llegado a un punto en donde lo que estamos pidiendo es que no nos maten. Que no nos maten es lo primero que estamos pidiendo”, dice Jorge Ramos de visita en un país que lleva, en 12 años, más de 200 mil muertes a causa de la guerra contra el narco.