Octubre llega a su última semana y con ella, el cierre de actividades de la edición 49 del Festival Internacional Cervantino, misma que se engalanó con la presencia del pianista coahuilense Alejandro Vela, teniendo como marco el imponente Teatro Juárez, sede principal del festival.

Alejandro es, hoy por hoy, uno de los mejores pianistas mexicanos; ha tocado en algunos de los escenarios más importantes del orbe en países como Finlandia, Italia, Francia, República Checa, Hungría, Austria, Alemania, Ucrania, Malasia, Taiwán y Japón.

Originario de Piedras Negras, desde muy pequeño mostró gran interés por la música clásica, gusto heredado de sus padres Hortensia Vela Mante y Robert Avalon. Su técnica y elegancia fueron forjadas en las aulas de la Julliard School, de Nueva York, en la que se tituló y obtuvo su maestría en Piano, bajo la tutela de Yoheved Kaplinsky.

Vela ha sido solista con Orquestas como las Sinfónicas de Chicago, Houston, San Antonio, Corpus Christi, Knoxville, Asheville y York; la Camerata Ashdod en Israel, el Appassionata Ensemble en Canadá, la Nacional de Santo Domingo en la República Dominicana y la Filarmónica de la República Checa. Mientras que en nuestro país ha tocado con las Filarmónicas de la Ciudad de México, Jalisco, Querétaro, Carlos Chávez, la Sinfónica del Estado de México, Sinfónica de Xalapa, la Camerata de Coahuila y la Filarmónica del Desierto.

De “Beethoven al Danzon” fue el programa que Alejandro presentó la noche del pasado lunes 25 de octubre, un recorrido musical que incluyó piezas de Franz Schubert, Ludwing van Beethoven y del mexicano Arturo Márquez, con su pieza Danzón No. 2, adaptada por el mismo Vela.

Fue una noche vibrante en la que se le notó emocionado y lleno de adrenalina. Por momentos se le veía manteniendo una conversación intima con el piano, casi mágica, como si no existiera nada más que ellos dos sobre el escenario.

Algo poco usual en un pianista son las gesticulaciones y movimientos abruptos sobre el escenario al momento de su ejecución; sin embargo, Alejandro lo hizo y dejó un buen sabor de boca en el público, luego de verle realizar algunos movimientos con los que amenazaba con levantarse e incluso brincar sobre el piano, destrozando las teclas que magistralmente dominó durante más de 90 minutos de concierto.

Cabe destacar la emoción que entre asistentes y el mismo Alejandro se sintió, en un espacio que poco a poco vuelve a recuperarse después de la pandemia, en donde a más de uno conmovió, por tener la oportunidad de presenciar un espectáculo como este.

Entre aplausos y repetidas ovaciones, el público hizo regresar a Vela, quien gustoso y emocionado respondió a las muestras de cariño de las y los presentes, interpretando una nueva pieza en cada ocasión, para cerrar magistralmente con “Vuelve”, una pieza íntima compuesta por un par de amigos cercanos a Alejandro, lo que que emocionó al intérprete por tener la oportunidad de reproducirla en este festival.

Escucha aquí la entrevista con Alejandro Vela:

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