Danger Mouse y Karen O: pequeño resquicio donde se filtra un destello
Hablar de Brian Joseph Burton es hacer referencia a uno de los personajes más importantes de la denominada música alternativa de los últimos 10 o 15 años. Desde su irrupción en la fama con su inolvidable match de Shawn Carter y la dupla Lennon-McCartney, el mejor conocido como Danger Mouse ha colaborado con todo mundo, desde James Mercer y los Parquet Courts hasta MF Doom y Sparklehorse.
A la par de todo esto, Karen Lee Orzolek se convertía en un sex symbol del indie dosmilero con su estilo de vestir y su manera de cantar al frente de los Yeah Yeah Yeahs. A principios de la segunda década del tercer milenio dio un giro a su carrera cuando empezó a participar en temas de película, destacando el tema de Frankenweenie (2012, Walt Disney Pictures) "Strange Love", un cover a "The Immigrant Song" junto a Trent Reznor y Atticus Ross para The Girl With The Dragon Tattoo (2011, Columbia Pictures) y "The Moon Song", tema de la película Her (2013, Annapurna Pictures) que hizo junto a Ezra Koenig.
En el papel, una dupla entre semejantes personajes podría resultar en algo de antología o en un rotundo desastre por la lucha de egos; pero al escuchar Lux Prima (2019, BMG Records), el resultado es más que grato. Los años no pasan en vano y Danger Mouse no intenta que Karen O se desgarre ante el micrófono y haga locuras como hiciera en sus inicios (no por 40 minutos seguidos, al menos), opta mejor por resaltar el porte que ha obtenido con el paso de los años y ofrecer un estilo más serio para interpretar.
Desde el primer tema del álbum es claro que la dupla planea entregar un material épico, que rompa con las barreras de lo convencional y entrega una oda de nueve minutos divida en tres actos: primero la parte ensoñadora, que se va construyendo de forma progresiva con instrumentaciones dramáticas. Posteriormente un tributo al sonido Bristol donde Karen O toma el rol principal mientras canta sobre esta sensación de abandono personal en el que nada más importa excepto el otro y finalmente una salida instrumental que reúne las dos anteriores musicalmente.
Este sonido elaborado, de corte operístico a momentos, y que inevitablemente remite a Rome (2011, Parlophone) se ve interrumpido de forma estrepitosa por los dos temas que fueron lanzados como sencillos: "Turn The Light" y "Woman".
Justo la magia de aquella producción en conjuntos de Danger Mouse y Daniele Luppi era que sus sencillos y colaboraciones con gente como Jack White y Norah Jones se escuchaban orgánicos, no rompían con la línea temática y musical del resto del álbum; caso contrario a la balada con tintes funk y el punk que homenajea a Debbie Harry que conocimos como sencillos de Lux Prima, que se sienten más incrustados a la fuerza que parte esencial del mismo álbum.
Si el tema inicial (y que titula el álbum) es épico, la manera en que cierra la producción —con la voz de Karen O desvaneciéndose lentamente mientras nos dice que cada que cierra los ojos, se convierte en una mujer nueva— remite justo a la sensación de ir apagando las luces, cerrar los ojos y lentamente quedarse dormido en un profundo sueño del que en algún momento se puede llegar a despertar.
Esta colaboración de larga duración entre Danger Mouse y Karen O es un muy buena primera entrega, que extiende la lista de colaboradores del primero y consolida el "nuevo" estilo musical de la segunda, alejado del post punk que la diera a conocer. A pesar de que no se alcanza a homologar de forma uniforme, sí confirma la capacidad inventiva de ambos músicos y es una muestra del potencial que aún poseen y su capacidad de innovar, de ser una luz que brille de forma intermitente en la oscuridad.