Texto escrito por Miguel López Valdivia Trois Mondes (Bélgica, 2012) es un largometraje de Catherine Corsini (Partir, 2009), nominado al premio "Un Certain Regard" en la pasada edición del Festival de Cannes. Cuenta la historia de la complicada relación de Al (Raphaël Personnaz) y de Juliette (Clotilde Hesme), que nace de un trágico accidente.
Al se ha convertido en el nuevo gerente de una agencia de coches y está por casarse con la hija de su jefe, Juliette está terminando su especialización en medicina y está embarazada de un profesor, él atropella a Adrian (Radivoje Bukvic) y ella es testigo del acontecimiento; Al, en pánico huye y Juliette se encarga de pedir una ambulancia. Insatisfecha con la ayuda que otorgó, contacta a la esposa de Adrian, Vera (Arta Dobroshi) y se vuelve su íntima amiga. Cuando la policía es incapaz de dar con el culpable, Juliette decide buscarlo y no sólo lo encuentra, sino que también desarrolla una relación amorosa con él, volviéndola la intermediaria entre las dos partes.
Catherine Corsini, con guión de Camille Brottes Beaulieu, es capaz de crear un mundo real, donde las relaciones que se generan están construidas a partir de la verdad humana, lo que hace de éste un filme bastante verosímil, y así camina con éxito por la delgada cuerda floja, cuando con facilidad pudo haber caído en la enorme brecha de los “ridículos dramonones”.
La actuación de Raphaël Personnaz va tomando fuerza a lo largo del largometraje de forma satisfactoria y Arta Dobroshi es capaz de unir los distintos tonos de la película con su facilidad de ir de lo dulce a lo fúrico sin que parezca sobreactuado.
Ésta es una película que seguramente pasará desapercibida en nuestro país, pero si de casualidad se la topan, no pierdan la oportunidad de verla.