A 25 años de MTV Latinoamérica
El 1 de octubre de 2018, MTV Latinoamérica cumplió 25 años de haber sido lanzado. Aquí te presentamos un (no tan) breve recuento de la historia.
Desde la década de los cincuenta, el rock evolucionó y se consolidó en el gusto de la gente. Junto con este nuevo género, se popularizaron otros estilos musicales, como el soul, el funk, la música disco, la electrónica y el hip hop, dirigidos principalmente a un público joven… para ese momento.
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Además de la difusión en estaciones de radio y presentaciones en vivo, artistas como Elvis Presley, The Beatles, The Doors y Queen lograron que la gente los viera, a través de largometrajes de ficción, conciertos filmados, cortometrajes, o incluso pequeñas películas producidas para acompañar a sus canciones.
Al finalizar la década de los setenta, y con la popularidad que habían alcanzado algunos artistas, se detectó la necesidad de crear un canal de televisión que se dedicara exclusivamente a transmitir videoclips musicales. Así fue como en 1981 nació MTV: Music Television. El primer video transmitido por la nueva cadena, fue un sencillo lanzado dos años atrás, en 1979, llamado "Video Killed the Radio Star" de la banda inglesa Buggles.
La selección no había sido realizada al azar, la cadena recién llegada estaba dejando clara su postura: la transmisión de videos musicales a través del nuevo canal, pretendía reemplazar a las estaciones de radio en las preferencias de la audiencia. Y, por lo menos, para quienes podían pagar televisión por cable, eso se convirtió en una realidad aspiracional. Después de haber dejado clara su postura filosófica y visionaria, el segundo video transmitido ya no respondía a cuestiones políticas, sino a las preferencias del público de la época: "You Better Run", de la neoyorquina Pat Benatar.
El éxito fue inmediato. Al punto de que, a partir de este momento, MTV se convirtió en una de las razones principales para contratar sistemas de televisión de paga. A pesar de que al principio, muchos de los videos eran simples registros en estudio de las bandas tocando, pronto comenzó a haber producciones más sofisticadas, con mayores presupuestos y la creatividad de los directores fílmicos comenzó a lucir.
Eran los años del new wave, el tecno pop y el glam metal. Mientras, en lo que hoy conocemos como la "Región 4", se desarrollaba un mundo paralelo con artistas locales que peleaban por el gusto del público y también producían videoclips ―tal vez con producción casera y presupuestos infinitamente menores―, aunque no gozaban formalmente de un espacio equivalente a MTV para promocionarse.
En México, los programas que se dedicaban a reproducir videoclips, como A Toda Música y Video Rock, sólo transmitían música en inglés, mientras que los programas musicales como Siempre en Domingo y Estrellas de los 80s, aunque incluían ciertas bandas de rock en español, eran más un vehículo para la música popular de Televisa. Por eso, al comenzar la década de los noventa, se decidió hacer una versión propia de MTV, adaptada para el público de habla hispana.
A principios de los noventa, en las estaciones de radio sonaba el grunge de Estados Unidos y el britpop del Reino Unido: supuestas corrientes, que agruparon a decenas de bandas, con poca o ninguna similitud entre sí, pero que representaban los artículos de venta de temporada para el público consumidor. Pearl Jam y Radiohead se convertirían en las bandas más imitadas por las agrupaciones que aparecieron después.
En este par de movimientos musicales, MTV jugó un papel crucial: ya no era nada más un canal que reproducía los videos de las canciones de moda en la radio, por el contrario, la situación se había volteado y MTV se había constituido como el principal líder de opinión de los movimientos artísticos y culturales. Actos como los irlandeses Cranberries, que llevaban algún tiempo tocando, al ser programados en MTV, se convirtieron en súper estrellas.
En pleno 1993, éste era a grandes rasgos el escenario sobre el que aterrizó el recién llegado MTV Latinoamérica.
Así, con una señal común para los países de habla hispana, emitida desde Miami, Florida, el 1 de octubre de 1993 se transmitió el primer video de la nueva cadena: "We Are Sudamerican Rockers", del grupo chileno Los Prisioneros. Al igual que en la primera transmisión de la historia del MTV original, con "Video Killed the Radio Star", este primer video también estaba dejando clara una postura: "We Are Sudamerican Rockers", "somos rockeros sudamericanos", conózcannos, consúmannos. La pronunciación no era muy buena, pero eso qué importaba, era parte del glamour y del encanto de las únicas bandas que incluían la letra "eñe" en su vocabulario. Incluso, en algunos medios se comenzó a hablar de la llamada "Generación eñe".
El escenario estaba puesto, los actos en español estaban rotando y el público los estaba conociendo… pero al principio las cosas no funcionaron de la mejor manera: sí, la señal de MTV Latinoamérica había llegado, pero había reemplazado la señal del MTV norteamericano, ocupaba el mismo canal de la transmisión por cable en el que se encontraba nuestra cadena favorita, y el recibimiento inicial fue de molestia y escepticismo. Muchos nos mostramos inconformes ante la desaparición de la señal del MTV original, pero como normalmente sucede con el público mexicano, nos quejamos mucho, pero no hacemos nada. A final de cuentas, nos acostumbramos, gracias en parte al carisma de sus 4 VJs originales y a la adaptación en castellano de programas fundamentales, como Headbangers Ball y 120 Minutes.
El equipo original de VJs estaba conformado por la argentina Ruth Infarinato, el chileno Alfredo Lewin, el mexicano Gonzalo Morales y la súper modelo cubana Daisy Fuentes, quien ya conducía el show "MTV Internacional" en la versión norteamericana.
En el conteo del Top 20 de los videos más populares de la semana, además de actos internacionales como Soundgarden y Lisa Loeb, comenzaron a incluirse nombres como Aleks Syntek, y los veteranos Caifanes, cuya carrera discográfica ya iba de salida, pero que alcanzaron a formar parte del nuevo canal.
Pronto aparecieron Molotov, Control Machete, Illya Kuryaki and the Valderramas, Café Tacuba, Los Fabulosos Cadillacs, así como decenas de bandas y artistas que, gracias al nuevo canal, gozaron de una gran difusión a nivel internacional. También nos llegaron actos del viejo continente, a pesar de que ahí ya existía un MTV Europa, hubo una banda que se amoldó de manera perfecta al gusto de los países americanos: Mano Negra.
Los videoclips de artistas latinoamericanos pasaron por el mismo proceso de producción y difusión que los videos en inglés: su valor como elemento de promoción era ostensible, y las disqueras que manejaban bandas en español comenzaron a concentrar sus recursos en la producción de material audiovisual. En muchos de los casos, se asignaba a productores y realizadores externos para generar pequeñas producciones de 3 minutos que tuvieran un gran impacto.
Sin duda, uno de los puntos más altos en la producción de videos mexicanos, se alcanzó en 1998, cuando la banda regiomontana Plastilina Mosh nos presentó el video de "Mr. P. Mosh": una pieza imposible de clasificar, con una mezcla disparatada de varios géneros: pop, rock, hip hop, electrónica y mariachi… entre otros. El tema relataba las andanzas del mentado Mr. P. Mosh: una especie de vividor clasemediero, en vez de ser un magnate con una mansión en Malibu, quizás era un señor tipo Mauricio Garcés que tenía una casa con alberca en Cuautla, pero sabía hacer fiestas. El tema fue un éxito inmediato, permaneció en el conteo del Top 20 por varias semanas y ahí despegó la carrera de Plastilina Mosh.
Además de la música y las imágenes, hubo otro elemento que contribuyó a dar a MTV una personalidad única: las animaciones…
Los estúpidos Beavis y Butthead, la sarcástica Daria y las sanguinarias luchas de Celebrity Deathmatch, entre otras producciones, se convirtieron en símbolos de MTV, estandartes de la juventud y en iconos indiscutibles de la década de los noventa.
Otro de los sellos distintivos de MTV durante los noventa, fue la producción de una serie de conciertos Unplugged, en donde artistas de moda presentaban sus canciones más populares en modo "desenchufado", sin energía eléctrica.
La serie causó sensación por su originalidad, uno podía esperar que su artista favorito apareciera en cualquier momento. Fue cuestión de tiempo para que varias bandas ―así fuera de manera independiente a MTV―, siguieran la tendencia de moda y lanzaran álbumes que fueron conocidos como "conciertos acústicos". Esto fue otra demostración contundente del instinto y la influencia que tenía Music Television para convertirse en la cadena televisiva capaz de marcar tendencias, incluso en 2018, Molotov acaba de sumarse a la lista, con un Unplugged que está gozando de una difusión bastante saludable.
Quienes vivieron la década de los noventa, seguramente sonrieron con los recuerdos. El resto… es historia. La popularización del internet, unos cuantos años después, cambió la estética de nuestro planeta, y con ello, su ética: los enfoques comerciales, sociales y comunicacionales… simplemente evolucionaron. Para mejor, para peor… ¿qué importa? Simplemente ahora es así. Los dispositivos han disminuido del tamaño, la televisión de 32 pulgadas cedió ante teléfonos móviles, los conductores en pantalla perdieron presencia y el control de los medios cambió de manos. ¿Cómo será dentro de cincuenta años? Quién sabe. A lo mejor ya nos extinguimos. Por ahora, disfrutemos de lo que hay, en los formatos actuales, con nuestros amigos o de manera aislada: de un modo o de otro, la música seguirá teniendo ese poder mágico sobre nuestras vidas.