Dicen que” recordar es vivir” y quizá los que mejor entienden eso son los melómanos. Según la definición de la RAE:

Melómano, na

Del gr. μέλος mélos 'canto con acompañamiento de música' y ‒́mano.

1. adj. Amante de la música. U. t. c. s.

2. adj. Perteneciente o relativo a la melomanía.

Quizá si te preguntaran qué estabas haciendo o dónde estabas en el 2003 –año en el que nuestra entrañable estación vería la luz por primera vez– sería muy difícil para ti recordarlo de inmediato, quizá tendrías que hacer algunos cálculos para estimar en qué grado escolar estabas, cuántos años tenías, con quién estabas saliendo, quiénes eran tus mejores amigos, etc. Sin embargo, al acompañarnos por este viaje musical que hemos preparado para ti, no será necesario que hagas ninguna de esas cosas, te garantizamos que escuchando las primeras notas recordarás exactamente lo que estabas haciendo en ese mágico año, principalmente quién eras y quién querías ser hace tan solo quince añitos.

Siendo justos, 2003 era un año en el que todavía no llegaba YouTube a nuestras vidas, accedíamos a estas canciones a través de la radio, a través de Napster o de nuestra(o) querida(o) amiga(o) que siempre sabía lo que estaba sonando durísimo en MTV; este contexto es por demás importante pues en aquella época poder disfrutar este material no era tan simple como dar un click, había que buscarla, salir a cazarla, inclusive “quemarla” en un CD para poder compartirla con los amigos. Llámenos parte de la vieja escuela, pero esa persecución le daba un aire especial a nuestra colección musical.

En más de una de estas piezas te sorprenderá darte cuenta de que en 2018 cumplirán 15 años, algunas porque el paso del tiempo parece no haber hecho ninguna mella sobre ellas, siguen sonando tan actuales como cuando fueron lanzadas, y otras porque sus intérpretes nunca nos han abandonado, siguen sonando en nuestro playlist, entregándonos nuevas composiciones para disfrutar, recordándonos que la música es tan parte de nuestra identidad hoy como lo fue ayer, como quizá lo ha sido y lo será siempre.

Las que te hicieron decir “Ay Güey!”

Nuestro viaje empieza por esos lugares sumamente sensibles del 2003, algunas canciones controversiales, otras desgarradoras y otras más que ya habían sido interpretadas por otros artistas con anterioridad pero que fueron traídas de regreso de manera triunfal por nuevos personajes.

Escrita en 1994 por Trent Reznor, vocalista de NIN, “Hurt” fue uno de los últimos hits lanzados por el gran Johnny Cash en su álbumAmerican IV: The Man Comes Around, incluía un b-side de “Personal Jesus” de Depeche Mode que fue igualmente glorioso, sin embargo fue la re-interpretación de “Hurt” la que se llevó todas las palmas, tanto que el propio Reznor aseguró que cuando escuchó la versión de Cash, y principalmente cuando vio el video que la acompañaba, se dio cuenta de que dicha canción había dejado de pertenecerle para siempre. Ese mismo año, la diabetes nos arrebató a Johnny Cash, lo que elevó definitivamente esta pieza al nivel de leyenda que hasta hoy conserva.

2003 fue un gran año para la música, uno de los festivales más importantes de la década de los noventas sería revivido casi siete años después de su desaparición, Lollapalooza volvería en grande de la mano de bandas como A Perfect Circle, Queens of the Stone Age e Incubus. Entre las bandas “relativamente nuevas” destacaba una que traía para ese entonces a cuestas uno de los más grandes hits en la historia del rock, e incluso nos atrevemos a decir que uno de los mejores solos de guitarra de todos los tiempos, ejecutado por el otrora guitarrista de Rage Against the Machine, Tom Morello. Audioslave hacía su presentación estelar en el festival con la tremenda “Like a Stone”.

Nadie que haya tenido uso de razón en el 2003 podría negar que la siguiente presentación musical marcó un antes y un después en los galardones musicales de inicio del nuevo milenio. Like a Virgin y Hollywood eran canciones ya bien conocidas de Madonna para cuando hizo su presentación triunfal en los MTV Video Music Awards junto a las mega estrellas juveniles del pop de la época, Birtney Spears y Christina Aguilera. Era un acto hasta ese entonces poco común el ver a una diva legendaria de la música popular acompañada de dos estrellas nacientes, principalmente porque su objetivo no era el de recordar u homenajear las viejas glorias de Madonna, si no el de demostrar que ella todavía seguía siendo la diosa absoluta del escándalo. Cómo olvidar ver a figuras como Eminem, Justin Timberlake y Paris Hilton aplaudiendo de pie o a Snoop Dogg riendo nerviosamente mientras el acto que sería reproducido millones de veces en la televisión, las portadas de revistas y periódicos tomaba lugar en el escenario: El famoso beso en medio de una boda entre tres mujeres se convertiría en una escena tan icónica como imborrable después de esa noche.

Como es bien sabido, la situación histórica de los derechos LGBT en Rusia no es sencilla de explicar, desde criminalizar hasta negar la unión legal de matrimonios del mismo sexo, la revuelta por los derechos al libre ejercicio de la sexualidad sigue vigente hasta nuestros días en dicha nación, al igual que en muchas otras alrededor del mundo. Si bien es cierto que esta lucha tiene sus orígenes desde finales del siglo pasado en ese país, fue en 2003 cuando gracias a una producción que logró su momento de gloria a nivel global en dicho año, que el mundo volteó a mirar nuevamente los prejuicios acerca del lesbianismo y la sexualización de las adolescentes. La canción “All The Things She Said” del dueto t.A.T.u. significó un auténtico escándalo en diversas naciones, el video fue censurado e inclusive completamente prohíbo en varias transmisiones alrededor del mundo, pues en él se observaba a dos jovencitas –de tan solo 17 años en ese entonces– enfundadas en minifaldas de colegialas besándose bajo la lluvia mientras se encontraban aparentemente encerradas en un callejón sin salida ante la vista inquisidora de varios individuos. Este dueto provocó con este video y la letra de la canción una tremenda sacudida en la sociedad rusa, pues fue ese año qué las protestas y discusiones públicas volvieron a tomar relevancia en dicho país, y se decretó que la edad legal de consentimiento sería de 16 años (una de las más bajas en todo el mundo) y también se estableció que por política las preferencias sexuales de quienes hicieran servicio militar no serían preguntadas ni declaradas en ningún documento oficial de la armada rusa. A algunos podrá gustarles la canción, a otros probablemente no, pero lo que es innegable es el gran impacto y debate que provocó hace tan solo 15 años, debate que aún continúa y que nos da mucho en que pensar acerca de la sociedad en la que vivimos.

En los dos miles vimos florecer la carrera de Eminem. Quienes se encontraban acercándose a la música por primera vez se sintieron especialmente fascinados de encontrar a un cantante blanco salido de uno de los barrios más pobres de Detroit encabezando las listas de hip-hop, algo que marcó a las generaciones venideras pues hasta el día de hoy ningún otro cantante en condiciones similares ha logrado dicha hazaña. Después de varios años de controversias sobre el contenido de sus canciones, juicios legales y su lucha contra las adicciones, Eminem decidió realizar un cover de su canción favorita de Aerosmith, en aquél entonces no nos imaginábamos que algún día veríamos a este rapero haciendo colaboraciones con artistas como Rihanna, estaba más interesado en defenderse de la opinión pública y sobretodo en defender la música en la que creía. “Sing for The Moment” representó la primera vez que este cantante respondía directamente a las acusaciones de diversos sectores de la sociedad, los que le acusaban de incitar a la violencia, la homofobia y el vandalismo.

Eminem puso el dedo en la llaga de manera directa, aseverando que “una canción no puede comprar un arma” y que cantaba por “esos niños que no tienen nada, excepto sus sueños y una revista de rap”, se burlaba también del miedo que tenían los padres a un “chico con el cabello pintado y que le gustaban los pendientes”. La mezcla con la voz de Steven Tyler y la guitarra de Joe Perry llevaron esta canción a los cuernos de la luna, para muchos un himno sobre la importancia de la música en la vida de los jóvenes, principalmente de los más desfavorecidos, y una de las mejores canciones de Eminem en toda su carrera.

Las que te hicieron bailar a morir

Continuamos con aquellas piezas que solías escuchar en la fiesta de tu mejor amigo, en el antro o en soledad de tu habitación mientras brincabas y cantabas frente al espejo, canciones que te hacían olvidarlo todo y divertirte como si no hubiera un mañana.

Desafortunadamente hay bandas cuya flama dura poco tiempo sobre los escenarios, sin embargo algunas veces esa flama es tan intensa que es imposible apagarla con el paso de los años. “Are you gonna be my girl” de la banda australiana Jet fue su éxito más conocido y celebrado. No existía una estación de radio, un canal de videos, una lista de Lo Más Hot o un “bar alternativo” alrededor del mundo que no quisiera tenerla en su repertorio, desde Estados Unidos hasta Brasil y Holanda se rindieron ante la guitarra de esta canción, que nos puso a bailar a todos en aquel seductor año.

Pocas canciones existen que logran esa cruel hazaña de endulzarnos el oído con una melodía cursilona, inclusive infantil e inocente, pero cuyas letras son crudas y cínicas hasta la raíz. “Hey ya!” de Outkast es el ejemplo perfecto, la tonada conquistaba a chicos y grandes –es en serio, hasta tú mamá conocía y probablemente disfrutaba de la canción– y era completamente imposible no dejarse dominar por las ganas de cantar y sacar los mejor pasos. Los Ángeles de Charlie al Límite acaban de estrenarse en los cines de todo el mundo, y sus bellas protagonistas que causaban furor por todas partes formaron parte la letra de esta canción con alto contenido sexual. Una canción completamente divertida y memorable.

¿Quién podría olvidar al famoso pescadito bailarín en las cadera de una hermosa chica francesa con el nombre de Alizee? “J’en ai marre!” Inundó todas las estaciones de radio del mundo y las pistas de baile de las discotecas, los adolescentes del mundo soñaban por las noches con poder dormir en los brazos de esta chica y las chicas ensayaban sus sensuales coreografías. Poco ha brillado la carrera de esta hermosa mujer desde entonces, principalmente de este lado del mundo, sin embargo sus fans le siguen siendo fieles, la prueba está en que apenas el año pasado tuvo una gira en su país natal que fue un éxito rotundo, aun interpretando las canciones que le dieron la gloria en su debut hace 15 años.

La música electrónica no se quedó atrás. De la tornamesa de uno de los DJ’s italianos más famosos de toda la historia, Benny Benassi, llegó la inmortal “Satisfaction”, que fue utilizada en cientos de comerciales, películas, máquinas de baile, videojuegos e inclusive un capítulo de Beavis and Butt-head. La fama de este sencillo llegó a tal grado que dos videos fueron lanzados por separado, el segundo y más conocido era tan sugerente como la canción y fue parodiado en distintas ocasiones: por soldados del ejército británico, por señoras y señoras de la tercera edad y, en épocas más modernas, por distintos creadores de contenido multimedia. Poco volvimos a saber de este DJ después de este hit sin precedentes en la escena musical italiana, continuó con su carrera e inclusive su último disco fue lanzado apenas en dos mil dieciséis, sin embargo su trabajo ha pasado más bien bajo el radar. Nuevamente, en un mundo en el que existe YouTube y otras plataformas on demand que hacen posible escuchar exclusivamente la música que uno quiere, la competencia por la popularidad y la construcción de un éxito musical es más bárbara que nunca. De cualquier forma, difícilmente existirá alguien en este planeta que no reconozca esta canción, que con muy pocas palabras alcanzó el estrellato y el nivel del culto:

"Push me and then just touch me 'til I can get my satisfaction"

2003 fue un año de varios One Hit Wonder bastante memorables, “Move Your Feet” de la dupla danesa Junior Senior conquistó primero a todo Europa y luego al resto del mundo, especialmente en Japón, donde la banda tuvo una gran relevancia, la pieza fue utilizada en películas, series y comerciales. El dúo se separó hace casi diez años y desde entonces solo hemos sabido que Jeppe "Senior" Laursen ha trabajado para personalidades como Lady Gaga. Una historia bastante sencilla detrás de esta canción, sin embargo, nos hace recordar que a veces las mejores cosas en la vida son así de simples.

Las que todavía te llegan

Porque el paso del tiempo significa muy poco cuando escuchas esas notas que te remontan a los lugares más románticos e idílicos de tu historia personal, aquellos que quizá nadie sabe realmente cuánto significaban para ti o para quien eras en aquél entonces.

El segundo álbum Coldplay, A Rush of Blood to the Head, obtenía excelentes críticas, para muchos el mejor disco de la banda, su canción “Clocks” sorprendía principalmente por su extensivo protagonismo con el piano, un instrumento poco común en la música pop de principios del nuevo siglo. Esta banda comenzaba su despunte hacia la fama y su música era tan accesible y amigable que podía ser disfrutaba por personas de prácticamente todas las edades, desde las románticas adolescentes de preparatoria hasta los adultos que aún usaban zapatos converse con pantalón de vestir. En el 2003 Coldplay se ganaría su lugar en la historia de la música británica, y se robaría los corazones de cientos de personas alrededor del mundo con esta composición.

Kill Bill vol. 2 hacía su aparición triunfal en las salas de cine en este año, y la bella actriz que interpretaba a la malvada Deadly Viper, Daryl Hannah, gozaba de una inmensa fama internacional gracias a dicha franquicia, y a sus 43 años protagonizó uno de los videos más sexies de toda la historia del pop británico, nada menos que de la mano de Robbie Williams, quien tenía 14 años menos que ella y se encontraba en el mejor momento de su carrera. Williams se consolidó como uno de los más importantes sex symbols de toda una generación con esta canción, “Feel”, que todavía eriza la piel de muchos alrededor del mundo.

2003 también es recordado como el año en el que una de las bandas más importantes del rock alternativo alcanzó la prominencia mundial con una de las canciones más icónicas de todos los tiempos, “Seven Nation Army” de The White Stripes sonaba en las estaciones de todo el mundo, y el alucinante video se dejaba ver en todos los canales de música que se promulgaran estar en “la escena” del rock. La historia de esta banda comenzaría varios años antes de su álbum Elephant, sin embargo fue aquí donde el mundo demostró que ya se encontraba listo para el implacable sonido que se encontraba increíblemente formado por únicamente dos instrumentos. De toda la lista de canciones en este texto probablemente esta sea la que más recuerdos remueva en la psique de cualquier lector, pues desde el primer requinto es tan fácil de distinguir que apostamos a que cualquiera puede recordar en qué etapa de su vida se encontraba cuando esta canción llegó a los lugares más altos en las listas de popularidad.

Otra canción que seguramente traerá muchos recuerdos principalmente a quiénes estaban muy metidos en la onda de la música “indie”, es “Such Great Heights”, del álbum debut de The Postal Service, Give Up llamaba también la atención por su video, que tenía un encanto particular. Esta canción es popularmente recordada como aquella de la banda que fue demandada por the United States Postal Service (así es, el servicio postal de EUA), con la intención de que dejaran de utilizar el nombre para no perjudicar la imagen de la institución. Sin embargo esta canción era tan pegajosa y afable que decidieron perdonarlos y dejarlos utilizar el nombre con la condición de que apoyaran la promoción del servicio postal y tocaran en su conferencia anual executiva. Cuatro años más tarde esta canción aparecería nuevamente en un comercial, pero ahora del competidor de la iniciativa privada, UPS. Tristemente los integrantes de este dúuo decidieron tomar caminos separados, el vocalista Ben Gibbard continuaría con su banda Death Cab for Cutie, con quien cosecharía más éxitos varios años después.

Sin duda la última canción de esta lista es la más melancólica de todas, muchos millenials conocieron a Radiohead por su álbum Hail to the Thief, lanzado en 2003. El single “There There” apareció tras una pausa de dos años después de su material anterior, Amnesiac (2001) tras lo cual seguiría nuevamente una larga pausa de cuatros años más. El estilo de Radiohead, que muchos han tratado de imitar a la largo de la historia, sorprende con cada nuevo material que publican y fue en este año en el que principalmente el público fuera de Europa tuvo la oportunidad de encontrarse y dejarse conquistar por la banda y crecer desde ese momento con ella.

Gracias por acompañarnos por este viaje musical para celebrar el XV aniversario de Ibero 90.9, así como de estas canciones, un viaje que continuará mientras la música siga siendo una de las formas de expresión más importantes para la humanidad y mientras ustedes nos sigan acompañando.