Fotos: Andrea Solís

El Festival Ceremonia, en su edición 2022, se encargó de convencer a sus asistentes de que la representación latina tiene el control en la industria musical contemporánea. Para lograr esta misión, el festival contó con espectáculos latinos magníficos que convencieron a quienes asistieron de que el mundo post pandémico, en efecto, le pertenece a la música urbana latina. Uno de los actos que cumplió con esta misión fue la presentación de Nathy Peluso en el escenario Corona, uno de los momentos más icónicos de la noche.

El escenario se iluminó en punto de las nueve de la noche: una banda entró y se colocó detrás de los instrumentos que darían vida a la salsa y el reggaetón. La agrupación se colocó para acompañar a Nathy Peluso y dar arranque al primer espectáculo de CALAMBRE Tour.

Minutos después, la argentina con su pelito corto al ras de la frente y sus ojos bicolor, salió vestida de negro de pies a cabeza; traía pantalones y un body de mallón, botas hasta la rodilla, guantes de cuero y lentes de sol. Al ritmo acelerado de “CELEBRÉ” despegó el espectáculo.

El show en su totalidad fue caliente y picoso, durante toda la hora Peluso bailó con movimientos calculados, perfectamente sintonizados con los ritmos visuales. Nathy Peluso demuestra ser una mujer de espectáculo, y está consciente de cada uno de los rincones de la producción. En el escenario cuidó de todo. Los arreglos armados para gozarse en multitud, el baile, los visuales y las pausas fueron elementos perfectamente ensamblados y preparados para lograr un espectáculo de pop latino inolvidable.

Arriba del escenario escuchamos una fusión de salsa, bachata, reggaeton, hip hop y pop romántico. Nathy montó un espectáculo repleto de influencias del pop latino. La artista recupera el carisma de Selena y suma a su performance el atrevimiento descarado.

Entre los peaks del concierto sonó “Bzrp Music Sessions, Vol. 36”; el escenario se prendió con una luz verde y se rapeó con fuerza la icónica línea “una perra sorprendente, curvilínea y elocuente”.

La artista argentina se despidió de los escenarios agradeciendo cálidamente a su público, cerrando con un concierto lleno de celebración. Con su presentación en el Festival Ceremonia la vimos sudar, boxear y desmayarse, no hay duda de que es una mujer de 27 años magníficamente colosal, extravagante y animal.

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