En el último mes, el mundo ha sido testigo de una de las más grandes manifestaciones en la historia de Hong Kong. Al menos un millón de personas ha asistido, lo equivalente a uno de cada siete residentes. La causa de esta unión es el futuro de Hong Kong y el poder que tiene China sobre él. Todo empezó por un asesinato.

El 8 de febrero del 2018, Chang Tong Kai y Poon Hiu-Wing volaron desde su hogar en Hong Kong hacia Taiwán para festejar San Valentín. La pareja se alojó en el Purple Garden Hotel en Taipei por nueve días. Pero el 17 de febrero solo uno regresó a casa. Después de un mes la Chang Tong Kai decidió confesar ante las autoridades de haber asesinado a su novia Poon Hiu-Wing, quien en ese entonces estaba embarazada.

¿Cuál es el problema?

Las autoridades de Hong Kong no podían detenerlo por asesinato ya que este fue cometido en Taiwán y tampoco podía ser enviado de vuelta al lugar de los hechos para ser juzgado debido que entre Hong Kong y Taiwán no existe ningún tipo de acuerdo de extradición. En consecuencia en el 2019, el gobierno propuso un acuerdo con Taiwán pero una de las complicaciones es que también permitirá la extradición de Hong Kong a China.

China y Hong Kong son dos territorios totalmente diferentes cuyo pasado los ha llevado a una compleja relación política. Hong Kong se considera parte de China pero opera como una región semi-autónoma. Todo esto empezó en el año 1800, cuando China, tras haber sido derrotada, entregó Hong Kong por un periodo de 99 años a Gran Bretaña. Por ende Hong Kong permaneció como una colonia británica hasta 1997 y fue devuelto bajo el acuerdo “One country two systems”, firmado por Margaret Thatcher y Zhao Ziyang, donde declaran a Hong Kong parte de China pero como una región autónoma, que conserva sus libertades democráticas. Esto hace a Hong Kong muy diferente a China, que tiene un sistema autoritario. Pero el acuerdo dice que esto no durará para siempre. Se espera que en 2047 Hong Kong pase totalmente a manos de China.

Los hongkonés están peleando en contra del acuerdo de extradición ya que este se ve como una forma de invasión sobre su autonomía. La probabilidad que el acuerdo suceda es alta, puesto que el consejo legislativo se encarga de crear las leyes y en su mayoría son partidos en defensa de China. Por ahora las protestas han logrado que suspendan el acuerdo de extradición pero no su cancelación.

Hoy vemos no la primera, sino la más grande protesta en contra de la influencia de China sobre Hong Kong. El movimiento está conformado por políticos y jóvenes, quienes son los que tienen más que perder por el hecho de ser la primera generación nacida bajo el acuerdo “One country two systems” y en 28 años cuando el acuerdo termine, serán ellos la clase trabajadora de Hong Kong y se verá afectados por ”el alto costo de la vida”, pues tendrán competencia cada vez mayor para obtener empleo y vivienda en una ciudad de creciente desigualdad.

Los hongkonés no tienen un himno para cantar y con motivo de su libertad de expresión crearon "Gloria a Hong Kong", que se ha adoptado rápidamente como un símbolo del movimiento prodemocrático.