'Nightmare Cinema': terror en la pantalla grande
Mick Garris es un nombre muy importante en la historia del cine de terror contemporáneo, su estrecha relación con el trabajo de Stephen King ha sido una parte fundamental en su carrera. Películas como Sleepwalkers (1992), The Stand (1994) o el remake en formato de miniserie de The Shining (1997) le dieron lugar como uno de los guionistas favoritos del género, sin embargo es en sus proyectos como productor donde su trabajo se vuelve mucho más personal y quizá por ello mucho más cautivador.
Como parte del Festival Macabro en su edición XVII, Mick Garris trajo su más reciente proyecto Nightmare Cinema (2018), dicha cinta marcó la inauguración del festival y fue proyectada por segunda vez en su haber frente a un público espectador. Esta antología compuesta por cinco diferentes historias contempla una premisa básica: el espectador mira en la pantalla grande sus pesadillas más profundas y se vuelve el protagonista de las mismas.
En una charla íntima en la afamada pulquería “Los Insurgentes”, el productor y director convivió con la prensa y compartió su visión personal acerca de la industria cinematográfica, el sentido y relevancia del terror en la psique humana y por qué Nightmare Cinema es un voluptuoso buffet de horror y locura que ningún fan del género debería perderse.
La cinta comienza con una narrativa misteriosa, es de noche y el viejo y espeluznante cine Rialto proyecta una función especial que atrae a cinco invitados distintos que se sienten inexplicablemente motivados a explorar el interior del lugar, el nombre de la película que muestra la marquesina les indica que ha llegado el momento de enfrentar una oscura parte de sí mismos:
The Thing in the Woods, dirigida por Alejandro Brugués. Una chica corre por el bosque, herida y confundida, huye de un asesino serial que ya ha acabado sin piedad con todos sus amigos y ahora viene detrás de ella, un cliché sin lugar a dudas, sin embargo al enfrentarlo cara a cara las cosas podrían ser completamente distintas a lo que ella pensaba. Con una gran dosis de humor y emulando el estilo del cine serie B, esta primera pesadilla nos recuerda que dentro de toda la sangre, las tripas y los destazamientos siempre habrá tiempo para una buena carcajada.
Mirare, dirigida por Joe Dante. Tras el anuncio de su prometido de que ha llegado la hora de conocer a su futura suegra, una chica acomplejada por una cicatriz en el rostro decide someterse a una serie de cirugías estéticas para estar a la altura de la ocasión, el encargado de tal empresa será el propio cirujano familiar, pues los rumores de que la despampanante apariencia de la intimidante madre de su novio es responsabilidad del doctor Mirare la hacen sentirse segura, quizá más de lo que debería. El terror cotidiano es un enemigo íntimo y personal, a veces lo que más nos asusta está en nuestra incapacidad de aceptarnos tal y como somos cuando nos miramos al espejo.
Mashit, dirigida por Ryûhei Kitamura. En un internado católico ocurre una terrible tragedia: uno de los estudiantes comete suicidio, su corta edad y las oscuras circunstancias en las que todo ocurre atraen una presencia maligna a la escuela que acecha a los estudiantes, clérigos y religiosas, la única opción para sobrevivir es combatir al mal cara a cara, inclusive aunque eso signifique cometer más actos innombrables. Esta historia escrita por Sandra Becerril, novelista y guionista mexicana, es una de las muestras más valiosas de la riqueza cultural de este proyecto de Mick Garris, en palabras de la propia guionista ver en pantalla una historia encarnada tal y como fue imaginada, exactamente con las características que fue concebida es un evento poco usual en el mundo del cine.
This Way to Egress, dirigida por David Slade. Una mujer acude a su sesión de terapia profundamente angustiada pues esa sombría mañana las personas a su alrededor comienzan a presentar grotescas malformaciones y todo lo que la rodea parece desmoronarse sin ninguna razón aparente, la actitud de sus hijos y su médico hacen más difícil comprender la línea entre la realidad y la locura. Estelarizada por Elizabeth Ann Reaser -a quién sin duda Slade eligió por su papel de Esme Cullen en La saga de Crepúsculo- esta historia filmada en blanco y negro se vuelve un acertijo artístico, que pone al espectador en el centro de una duda abrumadora, la clase de historia cuyo suspenso acompaña a quien la mira aún después de abandonar la butaca y regresar a casa.
Dead, dirigida por Mick Garris. Después de presenciar la violenta muerte de sus padres, un adolescente ingresa al hospital y permanece muerto durante unos minutos antes de ser resucitado en la sala de emergencias, sin embargo algo ha cambiado su vida por completo, pues ahora puede sentir la presciencia de aquellos que no han cruzado “al otro lado”, de cualquier manera estás lúgubres entidades no pueden hacerle daño… ¿o sí? No es coincidencia que la historia de Garris se encuentre al final de esta antología de terror, poniéndose él mismo al centro de la narrativa pues de manera abierta ha comentado que su más grande miedo es la muerte de sus seres queridos.
Nightmare Cinema simboliza perfectamente la fantasía de convertir al espectador en protagonista, pues refleja la idea central del creador de cine de terror: entrar en contacto con aquellas emociones que no queremos enfrentar por nosotros mismos; Garris trabaja con una motivación extremadamente personal en mente, asegura que en su propia experiencia los amantes del cine de terror tienen en común una serie de características, como provenir de hogares difíciles, las pocas ganas de seguir o adaptarse a un grupo y la necesidad de ponerse en contacto con la crudeza de la realidad, una cinta que tiene algo para todos los gustos y que nos hace preguntarnos a nosotros mismo ¿cuál es mi más grande pesadilla?.
Para disfrutar de esta y otras producciones, no olviden visitar la página oficial del Festival Macabro, que culminará este fin de semana y cuya programación pueden consultar aquí: http://macabro.mx/