Laguna Verde o el riesgo de un Chernobyl mexicano
El 21 de diciembre hubo reportes de una fuga de diésel en la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde por no cerrar las compuertas de seguridad. Un mes después se registró otra fuga de combustible en uno de los generadores. La CFE respondió que no hay riesgo de accidente.
Fue el pasado nueve abril que la periodista Peniley Remírez publicó en su columna en El Universal que luego de las dos fugas, una evaluación de riesgo determinó la probabilidad de un accidente severo y de una descarga radioactiva grande al medio ambiente.
Para el 20 de enero, la planta nuclear ya llevaba 110 días operando con problemas de recarga y con cinco de ocho barras de protección ante accidentes. Un día después, el día de la fuga, solo había tres barras activas, aunque el mínimo requerido para impedir un accidente nuclear es de seis.
Luego del artículo, la Comisión Federal de Electricidad, a través de un comunicado, declaró que la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde está regulada por organismos nacionales e internacionales, además de operada por trabajadores certificados por lo que no se encuentra en riesgo de sufrir algún accidente.
“Difundir información de este tipo sin antes corroborar con directivos de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde solo causa falsas alarmas a la población”.
Respecto a lo mencionado en el artículo sobre el físico matemático Bernardo Salas quien, según la periodista, ha tratado de advertir de los daños tanto a la CFE como a presidencia sin tener respuesta, la Comisión mencionó en su comunicado que el científico desconoce la operación de la central nuclear y que fue despedido hace más de 20 años por actos inapropiados y pérdida de confianza.
Finalmente, el comunicado firmado por el Coordinador de Comunicación Corporativa de la CFE, Luis Bravo Navarro, indica que se hacen labores de mantenimiento cada 18 meses y que no se ha presentado ninguna falla que ponga en riesgo al personal o población civil.
Sin embargo, el físico le aseguró a la periodista que desde agosto del 2020 la planta ha tenido alertas naranjas casi cada mes e insistió en una crisis nuclear inminente.