La normalización de la violencia infantil: 4 tips para evitarlo
La violencia infantil es uno de los grandes problemas que tiene nuestro país y que tiene un impacto negativo en la salud mental de los menores. Los niños, no solo crecen en entornos que no son adecuados para su seguridad, sino que muchas veces esa violencia la viven en su casa. En el marco del 30 de abril y las celebraciones en México por el día del niño, revisaremos qué es, los datos del tema y las organizaciones que trabajan por mejorar las condiciones de vida de los niños.
El maltrato físico infantil se define como “cualquier agresión física hacia un menor de edad”. Estas agresiones no solo provienen de los padres sino de cualquier persona que tenga contacto con el menor como niñeras o cuidadores a cargo, compañeros de escuela o educadores. El maltrato puede ocurrirle a cualquier niño sin importar nivel socioeconómico, raza o religión.
Voz Pro Salud Mental divide el MFI en tres categorías:
Leve: Sacudidas y nalgadas que no dejan marcas
Moderada: Golpes, empujones y arrojar objetos sin poner en riesgo la vida del menor
Grave: Golpear repetidas veces, estrangular, quemar, arrojar o azotar al menor o cualquier otro tipo de violencia que ponga en riesgo su vida
La violencia contra los menores muchas veces está asociada a factores de riesgo al desarrollo psicológico, emocional o cognitivo y en algunos casos, llevarlo a realizar conductas como la autolesión y el abuso de drogas o alcohol. En ocasiones se le ha relacionado con estrés postraumático, limitación en habilidades de interacción, dificultad en el aprendizaje, hiperactividad, impulsividad, irritabilidad, ansiedad, depresión o déficit de atención. También son más propensos a presentar conductas agresivas en la edad adulta y de repetir este maltrato con sus propios hijos.
Niños maltratados
En 2016, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) se arrojaron datos alarmantes sobre la violencia a los niños. En México, el maltrato físico sucede tanto a niñas (42.2%) como a niños (45.3%) y se abusa físicamente más de los niños que se encuentran entre 2 a 4 años de edad. También se encontró que a los hombres se les castiga con mayor severidad que a las mujeres.
La UNICEF México, es otra de las organizaciones que trabajan para la erradicación de estas acciones. En 2017 reveló que 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes entre 1 y 14 años han vivido algún tipo de conducta violenta en su casa. 1 de cada 15 de ellos experimentó un castigo físico severo que involucró golpes, cachetadas o algún otro maltrato.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que derivado del maltrato infantil se pueden identificar distintas conductas como depresión, tabaquismo, consumo de alcohol y drogas y obesidad. También, estiman que los padres que participan en algún tipo de actividad delictiva, consumen sustancias dañinas o tienen pocos lazos afectivos con sus hijos y son más propensos a violentar a sus hijos. Esto reafirma el compromiso mundial para la disminución de tasas de violencia contra los niños.
Respecto al registro de casos, no se puede tener números certeros debido a la creencia familiar de que es un asunto privado y muchas veces se niegan a hablar de eso.
¿Cuál es la mejor manera de educar a un niño?
Voz Pro Salud Mental, ha generado recomendaciones para padres con la intención de que sepan las mejores formas de disciplinar a sus hijos sin recurrir a ningún tipo de violencia:
1. Evalúa la gravedad de su conducta
Antes de regañar a tu hijo o querer aplicar un castigo, revisa si la situación realmente lo amerita. Accidentes como derramar un vaso solamente requieren de un recordatorio como “Ten más cuidado la próxima vez” y enseñarle al niño a limpiar el líquido.
2. Explícale a tu hijo lo que hizo mal
Los niños no siempre están conscientes del daño que pueden causar con sus conductas, por lo que a veces basta con explicarles los efectos negativos de sus actos de una manera adecuada para el nivel de entendimiento de su edad.
3. Aplica castigos coherentes con la falta que cometió el niño
Los golpes únicamente enseñan al niño a tenerle miedo a los adultos. Los castigos congruentes con la falta, por otro lado, enseñan al niño que sus acciones tienen consecuencias. Por ejemplo: si tu hijo o hija hizo algo que te hizo perder dinero, retírale ese dinero de su domingo semanal, de esta forma le enseñaras a responsabilizarse por la pérdida.
4. Recompensa la conducta positiva de tu hijo
Es más fácil y agradable para el niño reforzar una conducta positiva mediante la recompensa, que eliminar una conducta no deseada mediante el castigo. Felicita a tu hijo o hazle un regalo cuando hace algo bien o cuando evita portaste mal.
La violencia física y mental en contra de los niños no es un problema menor en México. Pongámosle atención a los signos de alerta para evitar que más niños sufran de esto.