Ibero 90.9: el reto del balance en la radio universitaria
“Aprender es difícil,
pero es una necesidad vital”.
Edgar Morín
POR ALEJANDRO CÁRDENAS LÓPEZ
9 DE OCTUBRE 2019
De un aproximado de 30 estaciones de radio de frecuencia modulada en la capital de país y la zona metropolitana, un cuarto de ellas son radios públicas y universitarias, entre las cuales se encuentra Ibero 90.9, la emisora de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México / Tijuana. Su peculiaridad a 16 años de su creación es que se perfila a un público juvenil y es musical, lo cual junto con otras radios públicas como Reactor 105.7, del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) han logrado posicionarse en el cuadrante como espacios alternativos de música y cultura.
Desde mi llegada a la estación, a mediados de 2018, muchas personas me mencionan que es un oasis en la FM por la música alternativa o no comercial y todas sus derivaciones y fusiones adyacentes. También he escuchado evocación a la nostalgia de programas y conductores anteriores y una peculiaridad relevante que es característico de todas las radios universitarias y públicas, que al dar opciones diferentes de contenido al radioescucha, sobre todo por los expertos académicos y alumnos con voces frescas, es una forma indirecta de poner a la vista el contenido de poca calidad o con criterios no editoriales de medios privados.
Es decir, vía un proceso de curaduría extensiva de las vanguardias, se exhibe lo ordinario de otros proyectos radiofónicos y eso no se consigue enfrentando a emisoras con otra estructura de propiedad, sino darles pases con otro tipo de música, es decir que la audiencia tenga la posibilidad de comparar.
Sin minimizar su importancia e impacto en la cultura del espectáculo, la llegada del mundo digital y su potencial de interacción y penetración en la vida cotidiana, ha afectado las dinámicas de consumo de la música y por eso los artistas ya ganan más en los conciertos y festivales que en la venta de discos y el impacto de este fenómeno de masas que se populariza cada vez más.
Esos cambios y la incorporación de fusiones y nuevas corrientes musicales han generado un galimatías en el género y lo que se decía antes que era indie ahora no lo es, como dijo Santi Carrillo, director editorial de RockdeLux [1] de España: La línea que separa hoy lo que es y lo que no es indie se ha desdibujado por completo y el debate ya solo interesa a los que tenemos más de 30 (años). Para Carrillo, el "indie" es un concepto que nace en los ochenta en Europa para desmarcarse del mainstream y el grunge en Estados Unidos, lo cual generó el resurgimiento del britpop la difusión de discos de sellos ajenos a la gran industria como Creation, Postcard o Cherry Red, es decir, en su origen no era un estilo de música, sino una opción de cómo presentarla[2].
De acuerdo al periodista musical Nando Cruz, el término indie siempre hizo referencia a una forma de posicionarse ante la industria discográfica, es decir promoción de proyectos y sellos independientes. Pero 20 años después, el contexto de la industria discográfica es completamente distinto y no tiene sentido utilizar la palabra indie, porque si el contexto cambia, su significado tiene que cambiar forzosamente, o perder su significado. Por ejemplo, Alberto Guijarro, uno de los directores del festival Primavera Sound de Barcelona señala que hay un indie comercial y estos grupos encajan, nacieron en una segunda generación y tienen algo del sonido inicial del indie pero no la actitud"[3].
El periodista Camilo Porta, comenta que casi veinte años después del "Is This It", de The Strokes en 2001, el indie o rock alternativo se ha convertido en un cajón de sastre en el que meter todo aquello que no cuadra demasiado (y lo que cuadra también). La confluencia de todos estos grupos tan distintos a principios de siglo creó una especie de deriva de género sin género en la que ahora ya es imposible distinguir nada[4]: Ahora todos los festivales son indie, con grupos indies, fans indies y DJ´s indies. "Lo cual, reconozcámoslo, es de todo menos indie", señala Porta.
Ante lo anterior las preguntas siguientes son obligadas ¿Somos productores de contenidos o reproductores de un concepto ya superado por las plataformas digitales que necesita reinventarse? ¿Cómo combinar lo pedagógico y lo radiofónico para darle valor al texto sonoro y generar expectativa para ser escuchados?
Cómo estación no podemos depender del indie comercial o radioespectáculo o anglomainstream. No podemos quedarnos con los sonidos iniciales o bandas que suenen muy parecido, y recientes, pero sin la actitud original. Por ello es un reto el balance de contenido cultural, música e informativo, por ejemplo, buscar eventos o festivales familiares y no sólo para adultos por la venta de alcohol, de costos más reducidos, y sobre todo de promoción de artista locales sobre los extranjeros que difuminan su presencia.
De acuerdo con el experto en radio y promotor cultural Ricardo Miguel Haye, un medio puede estar circunscrito al plano musical, pero no excluyentemente, debido a que la música interacciona con las palabras, y es muy importante que la música no se use para llenar tiempo, sino que ambos formatos compartan experiencias de contenidos.
Por ello llamo a las radios y radioescuchas a debatir y encontrar una nueva forma de "conversar" con la música del otro como una idea de interculturalidad. Se busca aceptar lo externo, apropiarlo y compartirlo contextualizado en la realidad local. Así, el rock o el pop, sea alternativo, emergente, indie o mainstream, es occidental y es una herencia de la influencia cultural, mediática e ideológica y económica.
Lo anterior sumado a la idea de penetración del mercado estadounidense a México y toda América Latina, la estación desde sus orígenes decidió mirar a Europa y África, pero con el paso de los años, esa idea original, en términos musicales ha decantado en mucha música norteamericana, si bien de calidad, con poca claridad en la actitud ante la industria, la cual con férreas políticas de derechos de autor navegan ya con un internet casi controlado, con Spotity y la competencia reciente de otras plataformas y gigantes tecnológicos.
El reto del balance es encontrar esa nueva identidad que no pierda su espíritu social de una universidad humanista y que se acople a las nuevas plataformas y formas de consumo, ayudando a reducir la inevitable despolitización y proyección social de las audiencias. Como menciona el sociólogo británico John B. Thompson, más que espacios para cultivar la imaginación de las audiencias y la reflexión crítica, para que desarrollen su individualidad y autonomía, el universo mercantilizado canaliza la energía de los individuos hacia el consumo colectivo de bienes uniformes.
Es muy sencillo contratar locutores de radios comerciales o públicas con sus programas para garantizar la calidad, lo difícil es que los alumnos y académicos aprendan el lenguaje radiofónico, pluralismo, contenido de valor agregado y tengan presencia mediática. Al buscar el balance asumimos el riesgo de perder ciertos perfiles, pero también contagiarlos no sólo de música, sino también de contenido hablado a la altura de una estación universitaria.
El especialista y teórico de la radio español Angel Faus, menciona que para dicha plataforma es más importante pensar en cómo ser más libres, tener mejor mentalidad de servicio a la sociedad y cumplir mejor las expectativas de comunicación, es decir, debemos partir de otro parámetro para crecer como radios universitarias.
*Alejandro Cárdenas López es director general de Ibero 90.0 radio y doctor en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, profesor del departamento de Comunicación de dicha universidad y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. También es miembro de Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
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[1] Hidalgo, L (2015). El ‘indie’ ya no es lo que era. El País, Madrid. https://elpais.com/cultura/2015/11/24/actualidad/1448383499_822775.html
[2] Hidalgo, L (2015). El ‘indie’ ya no es lo que era. El País, Madrid. https://elpais.com/cultura/2015/11/24/actualidad/1448383499_822775.html
[3] Hidalgo, L (2015). El ‘indie’ ya no es lo que era. El País, Madrid. https://elpais.com/cultura/2015/11/24/actualidad/1448383499_822775.html
[4] Porta, C. El indie rock tuvo una época dorada (y ya pasó). Decmoresia.es https://democresia.es/democultura/musica/musica-el-indie-rock-tuvo-una-epoca-dorada-camilo-porta/
*Artículo publicado originalmente en Revista Zócalo