Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que no se están alcanzando los objetivos medioambientales marcados con anterioridad para 2030 y 2050. Un equipo de 250 científicos y expertos de más de 70 países, se reúnen cada cinco años para elaborar el informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO). La semana pasada, durante la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas, celebrada en Nairobi, Kenia, se lanzó el nuevo informe GEO-6, en el cual los expertos advirtieron que, a falta de acción real contra el cambio climático, para mitad de siglo se tendrían millones de muertes prematuras en las regiones de Asia, África y Medio Oriente.

“Es necesario adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir esta situación y proteger así la salud humana y ambiental”, concluye el informe.

El Acuerdo de París establecía un objetivo límite de mantener la temperatura promedio global por debajo de los 2ºC para final de siglo, sin embargo, el informe emitido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) pronostica que, para 2100, las temperaturas llegarán hasta los 3ºC. De rebasar los 1.5ºC para 2040, se espera que millones de personas sean desplazadas; diversos países insulares desaparecerían por el aumento del nivel del mar; los incendios forestales arrasarían con los bosques; los cultivos tendrían rendimientos críticos y enfermedades mortales (como malaria y dengue) se desplazarían a nuevas regiones.

Cambio climático

La temperatura media mundial ha ido aumentando entre 0.8°C y 1.2 ºC, desde 1880. En los últimos diez años, se tiene registro de 8 de los 10 años más cálidos en la historia. Para poder cumplir con el Acuerdo de París y evitar efectos catastróficos debido al cambio climático, es necesario que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan entre un 40 y 70% para 2050.

Contaminación del aire

Éste es el principal factor ambiental que ocasiona entre seis y siete millones de muertes prematuras al año, además de pérdidas en materia de bienestar de aproximadamente 5 billones de dólares al año. El 95% de la población del mundo reside en zonas con niveles de exposición a partículas finas por arriba de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Biodiversidad

Las Áreas Protegidas no alcanzan el 15% de los hábitats terrestres, ni el 16% de las costas y mares. Aproximadamente, el 42% de los invertebrados terrestres, el 34% de los de agua dulce y el 25% de los marinos, se encuentran en peligro de extinción. La disminución en la diversidad genética, amenaza la seguridad alimentaria, siendo un escenario que afectaría de manera desproporcionada, en especial a los más pobres, mujeres y niños, puesto que el 70% de las personas que viven en situación de pobreza dependen directamente de los recursos naturales para sobrevivir.

Océanos

El aumento de la temperatura media global ha afectado el 50% de la Gran Barrera de Coral australiana. El valor de los arrecifes de coral se estima en 29.000 millones de dólares al año, por su importancia en la pesca, turismo y hábitats marinos. El área de distribución de los manglares ha disminuido entre el 20% y el 35% desde 1980. Los plásticos, el calentamiento global y la acidificación del agua por captación de CO2, son los principales enemigos de los océano. Anualmente, éstos reciben ocho millones de toneladas de plásticos.

Agua dulce

La disponibilidad de agua dulce ha disminuido debido a sus malas condiciones y por la competencia por ella para el consumo humano. Desde 1990, la calidad del agua ha empeorado significativamente gracias a la contaminación orgánica y química. Uno de cada tres habitantes del mundo aún no tienen acceso a servicios de saneamiento de calidad. Los humedales son ecosistemas claves en el combate contra el cambio climático, y desde 1970, ha desaparecido el 40%.

Agricultura y usos de suelo

Para mitad de siglo, 4.000 millones de personas vivirán en tierras desertificadas. La deforestación se ha retrasado pero su avance sigue siendo significativo. La agricultura abarca el 50% de la tierra habitable, de la cual el 77% es destinado a piensos, pastizales y pastoreo para la producción de carne. Para 2050, se prevé un incremento del 50% en la producción de alimentos para alimentar a los 10.000 millones de personas que habitarán el planeta. Aproximadamente, el 33% de la comida se desperdicia en el mundo, especialmente en los países de primer mundo.

¿Hacia dónde nos dirigimos?

Entre los desafíos para desacelerar el aumento en la temperatura media global está: la resistencia antimicrobiana -siendo una de las principales causas de muerte para el 2050-, detener el desperdicio de alimentos, promover la movilidad eléctrica, y enfrentar la crisis de plásticos en los océanos. Si los países destinaran el 2% de su PIB a programas de sustentabilidad, generarían un crecimiento a largo plazo como el que se prevé actualmente, pero con menor impacto en el cambio climático. Dietas menos intensivas en carne ayudarían a reducir el desperdicio de comida; un modelo de cero residuos contribuiría a reducir los millones de toneladas de basura que llegan a los océanos.

Es necesario que los gobiernos aumenten sus bases de datos, información, análisis, y conocimiento en general, puesto que se abre la oportunidad de aumentar las capacidades para hacer frente a nuevos desafíos ambientales y de gobernabilidad. De esta forma, los macrodatos obtenidos de tecnologías y nuevos enfoques son recursos valiosos para evaluar procesos ambientales. De cualquier manera, este informe presenta un llamado de atención a los gobiernos del mundo, para que se enfoquen en temas medioambientales y prevean los costos que tendrán sus acciones actuales en las generaciones futuras.