El 10 y el Libertador: Salas y O'Higgins en el #Crack909
La cabeza como arma principal de dos chilenos: Bernardo O´Higgins usó su inteligencia táctica para liderar a sus tropas en la batalla de Maipú, donde se consagró la independencia de Chile. Marcelo Salas usó su cabeza para ser un “matador” dentro del área y conseguir cuatro goles en el Mundial de Francia 98.
Apodado “El Matador”, Salas demostró su capacidad para definir dentro del área como pocos. Marcelo es el máximo goleador de las selección chilena con 37 goles en 70 partidos. Sus anotaciones y sacrificio dentro de la cancha lo llevaron a ser goleador con la Lazio y la Juventus de Turín. En su paso por Italia ganó tres ligas italianas, tres Supercopas italianas y una Copa de Italia.
La infancia de Marcelo y Bernardo fueron polos opuestos. Mientras que Salas venía de una familia de clase media y sus primeras gambetas fueron en un campo de tierra con dos piedras como porterías, Bernardo nació en cuna de oro. Hijo del Virrey de Perú, fue a estudiar a Europa y regresó a Chile con los ideales de la Revolución Francesa.
”El Matador” tuvo que superar obstáculos en su carrera futbolística. Cuando jugaba con la Juventus se rompió los ligamentos y parecía el final de su carrera. Pero Salas se sobrepuso a este bache para volver a Argentina y ganar un torneo con el River Plate, el general chileno empezó una sublevación que terminaría en un desastre y tuvo que exiliarse a Argentina. De ahí tomó fuerzas y la independencia llegó con la ayuda de una alianza con San Martín. Hoy, en las canchas, es todo lo contrario.