Transmutar es convertir un elemento en otro diferente; es modificar de forma espontánea isótopos hasta lograr un núcleo estable sin modificarlo del todo. Esto se puede aplicar a la alquimia, a la física, a la química y a los Arctic Monkeys con su álbum más reconocido hasta la fecha, AM, el cual cumple 10 años en este 2023.

Un elegante Alex Turner de renovada auto confianza, chamarra de cuero, personificando un greaser de los años 50, lideró a la banda en este quinto material. Presentaron un álbum completamente diferente a lo que habían hecho antes: encontraron madurez y seguridad en su sonido, reunieron amigos, influencias y experiencias que habían tenido a lo largo de los años, y conjugaron todos esos elementos en una misma frecuencia. Los oriundos de Sheffield ya no eran los rockeros independientes y tímidos que conocíamos; AM fue la consolidación y presentación en sociedad como los verdaderos rockstars que ahora conocemos: los Arctic Monkeys transmutaron.

Dentro de esta nueva experiencia de fama exponenciada –fama que los trajo a México al Corona Capital ese año –, vienen implícitas sensaciones y pensamientos que a veces no suelen ser del todo sanos: la manera tan impersonal de relacionarse, los clubes, las noches solitarias y, sobretodo, el exceso de fiesta, de sustancias, de medianoche, de amor y de sexo. Pero por otro lado, tenemos el conflicto de románticos empedernidos viviendo en un mundo a veces cruel. Todo eso está fielmente retratado a lo largo de AM. Tenemos el ejemplo de canciones como “I Want It All” donde se relata el deseo de tener encuentros con cada mujer hermosa que conozcan o “Snap Out Of It”, donde Turner le recomienda a una mujer que se olvide de él.

Outkast y Black Sabbath: un poco de blues, R&B, pop, hip hop y por supuesto stoner rock; mezcla que se estrella en nuestras caras desde las primeras notas del disco con “Do I Wanna Know?”.

Pero, ¿qué es el cambio sin compañía? AM cuenta con la participación de grandes músicos: Josh Homme (líder de Queens of the Stone Age) aportó mucho al sonido en “One for the Road” y “Knee Socks”, los ayudó en una etapa donde se sentían estancados; Pete Thomas (icónico baterista de Elvis Costello) quien fue el salvador en “Mad Sounds” debido a que Matt Helders, baterista de la banda, se rompió la mano al golpear una pared y no pudo tocar por un buen rato; y no podemos dejar de mencionar a James Ford –su productor– quien ha fungido como tecladista de la banda y los ha acompañado a lo largo de su carrera, un cercano espectador de su metamorfosis.

Sin importar cuánto cambio haya en Arctic Monkeys, AM tiene personalidad y vida propia. En la portada –realizada por Matthew Cooper y pre dibujada por Alex Turner– se muestra una onda senoidal que hace tanto referencia al pulso de un corazón, como a la amplitud modulada (AM). El nombre del mismo álbum también hace referencia a dos cosas en específico; por un lado es una copia literal de lo que hizo con sus siglas Velvet Underground en su disco recopilatorio VU de 1985, y por otro lado sigue haciendo hincapié a la amplitud modulada.

Si bien Arctic Monkeys ha continuado evolucionando, cambiando su sonido y siempre ha buscado la manera del no estancamiento, aún falta ver si logra o si siquiera buscan llegar al éxito que ha representado AM, que a 10 años de su lanzamiento sigue apareciendo en las listas de lo más escuchado y aplaudido.

Años y décadas pasarán, podrán cambiar las personas, habrá nuevos y emocionantes géneros musicales, el rock podrá morir una vez más –como según lo ha hecho incontables veces–, pero AM y su huella en el imaginario colectivo se mantiene estático; nuevas generaciones lo descubrirán y disfrutarán por primera vez. Y las personas que crecimos con él, siempre podremos recordar cómo nos emocionó o transportarse a esos momentos de la vida en los que fungió como soundtrack propio. AM es un disco que marcó la historia y nuestra historia.

Si quieres conocer más detalles sobre AM, acompaña a Ana Vampi en #Vintage909, este sábado 14 de enero en punto de las 17 hrs.

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