En Cabo San Lucas hace calor, pero en la sala de cine la temperatura es perfecta para una proyección agradable. Así comenzó el día, con una divertida función de The Man Who Killed Don Quixote, la más reciente cinta de Terry Gilliam, invitado y homenajeado en esta edición del festival. Si bien, The Man Who Killed Don Quixote está muy lejos de ser la mejor película de Gilliam, sí marca un regreso a su fino y surreal estilo cómico. Eso sí, Gilliam sigue denotando un imberbe rechazo ante la supuesta “corrección política”, y ocupa estereotipos de la otredad reprobables para esta época (esa representación de los “terroristas” o su ocupación tan gratuita de las mujeres, qué pobres resultan).

El siguiente platillo fue uno de los más esperados. Border fue la ganadora este año del premio Un Certain Regard en el festival de cine de Cannes. Definitivamente acreedora del galardón, la fortaleza más grande de este largometraje es que combina muchísimos géneros y tonos con un balance impresionante. Border es una historia de amor fantástica entre dos trolls, raza humanoide que “comparte” el mundo con los humanos, quienes constantemente los humillan y maltratan. Aunque su premisa puede parecer de película fantástica, también se puede argumentar que es una película de amor, un filme con tintes geopolíticos o simplemente una película sobre aceptarse a sí mismo. Desde cualquiera de estas visiones, Border es un agridulce y romántico retrato del mundo contemporáneo a través de criaturas fuera de este universo.

Con un ánimo más optimista de lo esperado comenzó la función de la más reciente película de Jacques Audiard, The Sisters Brothers. Un inesperado cambio para su filmografía, The Sisters Brothers marca la primera vez de Audiard en muchos aspectos: primera vez haciendo un western, primera vez haciendo una película en inglés y primera vez con un trabajo más cercano a la comedia negra. Este director francés nos tiene más acostumbrados a los thrillers, pero también se desenvuelve con rotunda facilidad a través de un curioso y ácido melodrama del oeste. Por si fuera poco, Audiard también demuestra talento al dirigir a pesos pesados de Hollywood: Jake Gyllenhaal, Joaquin Phoenix, John C. Reilly y Riz Ahmed, quienes representan el talento principal, y cada uno le da una tridimensional inusitada a este sorpresivo filme.

Rumbo al final, aprovechamos para experimentar la variedad de secciones que ofrece el Festival de Cine de Los Cabos. Una de estas secciones es B-side, una selección enfocada a largometrajes que generan un vínculo musical. Lords of Chaos es una película de ficción (basada en hechos casi 100% reales) sobre la escena de black metal noruego, un infame género cuya producción musical se vio opacada durante los años 80 y 90 por asociaciones con violencia, homofobia, quema de iglesias y hasta homicidio. La película fue dirigida por Jonas Åkerlund, mejor conocido por realizar videos musicales en los años 90. Este largometraje no es exactamente un triunfo. A pesar de tener una increíble historia por contar, su larga duración (sobrante) y necesidad de ser transgresora no es suficiente para contrastar el hecho de que los personajes son odiosos y lo más acertado es cuando nos burlamos de sus tonterías, factor muy ignorado hacia el desenlace.

Por último, el premio mayor vino con uno de los largometrajes más hypeados en este 2018. La sección After Dark del festival provee un vistazo a lo más interesante del cine de género reciente, y no hay película tan sonada en esos círculos que Mandy. La más reciente pesadilla desquiciada de Panos Cosmatos, Mandy continúa una estirpe psicótica que el realizador estableció con su anterior trabajo Beyond the Black Rainbow. A través de luces de neón al por mayor, música ambiental tétrica, ritmo pausado y lento, así como una estética violenta que rebasa lo perturbador, esta película es punto y aparte, un vórtice de sensaciones y nostalgia, texturizada con todos sus rotundos excesos. La música de Johan Johansson sólo le agrega una -aún mejor- capa ambiental a este único y sui generis filme que supera todas las expectativas. Vaya manera de cerrar el primer día en el Festival de Cine de los Cabos.