América Latina También Vota
Elecciones en Bolivia
El 20 de octubre del 2019, el Estado Plurinacional de Bolivia llevó las elecciones generales para elegir en las urnas al presidente, vicepresidente, a 130 diputados y 36 senadores que fungirían en sus puestos para el periodo gubernamental 2020-2025.
Sin embargo, este proceso no tardó en ser cuestionado por algunos sectores del país debido a una falla en la transmisión por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que daba la delantera al expresidente Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), pero no el 50% necesario o el 40% más 10 puntos de ventaja sobre el oponente para evitar una segunda vuelta. En este caso, sobre el candidato del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Carlos Mesa.
Cuando el TSE terminó de contar el boletaje el 25 de octubre, dio la victoria electoral a Evo con el 47% de los votos, mientras el candidato de la oposición Carlos Mesa recibió tan solo el 36.5% de estos, como consecuencia, descartando la posibilidad de una segunda vuelta. No obstante, la Organización de Estados Americanos (OEA), quien estaba supervisando las elecciones generales, mediante un par de informes, pronunció que hubo irregularidades en el proceso de recuento de votos. Esto inflamó aún más los ánimos de la oposición, que de por sí ya sospechaban de las irregularidades en el resultado electoral. Entre ellos Carlos Mesa, quien denunció la realización de un “fraude gigantesco para robarnos el derecho a la segunda vuelta”.
A manera de disuadir la situación, Evo Morales anunció el 10 de noviembre que se repetirían las elecciones, renovando de igual manera los miembros del Tribunal. Ese mismo día, no mucho después de que hiciera dicho anuncio, el expresidente abdicó del cargo.
Posteriormente, otras entidades como el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR por sus siglas en inglés) y un artículo publicado por dos investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en el diario The Washington Post, desmintieron el informe de la OEA, dándole la victoria a Evo Morales. Para esto, posteriormente tuvo que responder Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, al salir a defender las conclusiones del informe, argumentando a través de una carta que envió dirigida al Washington Post :
“El mencionado artículo contiene innumerables falsedades, inexactitudes y omisiones. La pieza distorsiona deliberadamente el informe final de la auditoría de las elecciones en Bolivia, publicado por la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) el 4 de diciembre de 2019”
El 10 de Noviembre del 2019 las Fuerzas Armadas y policiales de Bolivia recomendaron a Evo Morales dimitir del cargo para resguardar la estabilidad a consecuencia de la crisis política. El país se vio envuelto en una serie de masivas movilizaciones sociales de diversos grupos ideológicos, étnicos, activistas, religiosos o políticos a favor y en contra del presidente. La senadora Jeanine Áñez asumió el cargo como presidenta interina de Bolivia e hizo un llamado a celebrar nuevas elecciones.
Evo Morales salió del país y fue recibido por México bajo la figura de Asilo Político el 12 de noviembre. Actualmente se encuentra en Argentina siguiendo paso a paso el proceso electoral en favor de Luis “Lucho” Arce, candidato del MAS.
El domingo 18 de octubre del presente año se realizarán nuevamente elecciones generales en Bolivia, en donde pretende elegir mediante el sufragio popular:
Presidente y Vicepresidente: Para evitar la segunda vuelta electoral, previsto en el artículo 166 de la Constitución de Bolivia, el candidato con ventaja debe alcanzar la mayoría relativa (el 50% + 1 de los votos) o el 40% de los votos válidos con una diferencia de 10% sobre la segunda candidatura. En caso de no hacerlo, las dos candidaturas más votadas realizarán una “segunda vuelta” o segunda ronda de elecciones, en un plazo de 60 días respecto a la votación anterior.
Senadores: En este caso, Bolivia está dividida en nueve circunscripciones departamentales, La Paz representando la circunscripción de la capital. Se eligirán cuatro escaños por cada circunscripción, sumando 36 en total.
Diputados: En cuanto a los diputados, también se asignan por circunscripción, pero aquí se dividen en uninominales, plurinominales y especiales. Los escaños plurinominales se asignan a través del sistema proporcional, y en total suman 130.
Para estas elecciones, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido nuevamente lanzar una misión de supervisión electoral, encabezada por el excanciller de Costa Rica, Manuel González. Además, también la observación electoral será monitoreada por la Unión Europea (UE) y una misión de acompañamiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Para esto, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borell, manifestó:
Esto significa que, para estas elecciones, habrá muchos ojos de parte de la comunidad internacional sobre el país nombrado después del libertador, Simón Bolívar. Esto, con la finalidad de garantizar la transición democrática y transaprente en el país en aras de evitar otro percance que pudiera desestabilizar la región, y poner en riesgo muchas vidas.
Entre los candidatos a la presidencia podemos encontrar los siguientes perfiles:
Luis Arce Catacora, candidato del Movimiento al Socialismo, representa la continuidad del gobierno de Evo Morales. Fungió como Ministro de Economía y Finanzas, asimismo aparece en primer lugar en las preferencias electorales. “Lucho” se ha desempeñado a lo largo de su vida como funcionario público, más no como político.
Carlos Mesa representa al movimiento de la Comunidad Ciudadana. Entre 2003 y 2005 fue presidente de Bolivia hasta su renuncia, ante su incapacidad de responder a las protestas sociales de campesinos, índigenas, maestros y mineros. Además, se ha caracterizado por ser la oposición activa del gobierno de Evo Morales. En 2019 se presentó en los comicios electorales para presidente quedando en segundo lugar. Desconoció los resultados que le dieron la victoria de Evo Morales. Es altamente probable que dé un paso a la segunda vuelta contra Luis Arce.
Luis Fernando Camacho, candidato de Creemos, fue uno de los protagonistas del denominado “Golpe de Estado” o “Crisis política” del 10 de noviembre de 2019. Ante la reelección de Evo Morales, Camacho y sus seguidores ingresaron a la Casa de Gobierno de la Paz, ahí colocaron sobre la bandera de Bolivia la Biblia católica, una imagen que se hizo viral en redes sociales. Camacho presidió el Comité Cívico de Santa Cruz, organización de la élite ultraconservadora boliviana que apoyó el golpe de estado de Hugo Bánzer en 1971. Las preferencias electorales lo colocan en tercer lugar.
El expresidente Jorge Quiroga* y la presidenta interina o de ‘facto', Jeanine Áñez, abandonaron la contienda electoral al ver que las encuestas no les favorecieron. El objetivo de su dimisión a la candidatura es no quebrantar el voto de la derecha opositora al “Masismo.” Mientras tanto, el evangélico coreano-boliviano Chi Hyung, María Bayá y Feliciano Mamani (único candidato indígena) se encuentran muy por detrás en la contienda electoral.
En primer lugar, para estas elecciones no solamente se pone en juego la legitimidad democrática del Estado Plurinacional de Bolivia, sino también el de la OEA. Marcado por un precedente polémico en la observación electoral del país, el reto será gestionar la misión con eficacia, aptitud y transparencia a manera de demostrar su competencia técnica como organismo internacional.
Una victoria por parte de la fórmula ultraconservadora de Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari de la coalición “Creemos” podría favorecer al nuevo Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR), un organismo internacional que nació con un corte ideológico de derecha tras la llegada de Jair Bolsonaro o Iván Duque al poder en 2018.
PROSUR pretende ser el reemplazo, en palabras del presidente chileno Sebastián Piñera, “sin ideologías” de lo que es la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), otro organismo de integración regional compuesto por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, cuya fundación se dio cuando coincidieron en el denominado “giro a la izquierda” latinoamericano de la primer década de los años 2000 con Hugo Chávez, Evo Morales y Lula Da Silva.
Texto por: Luisma León & Marco Solís Tourné